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“Pido una pena justa, lo máximo que se pueda”: madre de joven víctima de acto carnal violento en El Golf

Este 6 de octubre Luis Caro aceptó los cargos por acceso carnal violento en concurso con hurto calificado agravado.

Josefina Pupo, madre de Valeria*, joven víctima de abuso sexual, se mantiene en pie de lucha buscando justicia para su hija y suplicando que más nadie deba experimentar lo que ella vivió.

En la mañana de este 6 de octubre Luis Miguel Caro Pérez aceptó los cargos por acceso carnal violento en concurso con el delito de hurto calificado agravado en contra de la joven de 19 años, registrado el 2 de agosto de 2020 en el barrio El Golf de Barranquilla.

Tras la audiencia virtual donde el hombre voluntariamente y sin haber llegado a un preacuerdo con la Fiscalía se allanó los cargos, Impacto News conversó con Josefina para conocer su reacción frente al hecho y sus exigencias ante la justicia colombiana.

“Todavía es la hora y yo lo miro a la cara y es difícil tener un control mental para quedarse callado y no decir nada que pueda perjudicarnos, porque la ley a veces parece que estuviera hecha para los delincuentes, espero que no haya rebaja de ningún tipo ni porque él dijo que sufría convulsiones”, expresó la mujer.

Lo que exigen Josefina, el padre de Valeria y esta misma es que a Luis Miguel Caro le impongan una condena ejemplar, así lo expresó la madre de la víctima:

“Pido que sea una pena justa, lo máximo que se pueda para que no vuelva a hacer lo que hizo porque no todas las mujeres se atreven a denunciar y no todas tienen la fortaleza; no merecemos que ningún hombre venga y nos destruya porque hay muchas mujeres que se destruyen y hay otras que gracias a Dios salen adelante. Merece una pena ejemplar y ojalá Dios quiera que todo surja así, el juez dijo que no tenía derecho a rebaja“.

Este medio conoció que la condena de Caro Pérez podría ser de 16 a 20 años de prisión

Recuerdos dolorosos y heridas que sanar

Aunque han pasado dos años la situación no es nada fácil, por el contrario, es intensamente dolorosa, pues cada vez que Josefina debe ver a Caro, así sea por una pantalla, recuerda lo sucedido y se altera con justa razón.

“Ese día con todo el dolor de mi alma la llevé para el Hospital Niño Jesús a las 3:00 a. m. y después para Medicina Legal, hice todos los conductos para instaurar la denuncia, publicamos en nuestras cuentas de Facebook personales lo que pasó y en vista de eso salieron dos casos más, el de una muchacha que no se dejó violar, pero casi la mata porque la apuñaló en las piernas hasta que perdió el conocimiento y el de un niño”.

Uno de los otros casos habría sucedido tres meses antes que el de Valeria, quien estudiaba derecho en la Universidad del Atlántico y trabajaba junto a su novio en un negocio de comida rápidas él tenía en su lugar de residencia, donde sucedió el caso.

“Ella había hablado con su novio que tenía ahí un delivery, terminamos de trabajar como a las 12:30 a. m., ese día nos fue bien, ella me dijo: ‘Déjame organizar todo esto, lavar los platos, arreglar y después me voy para la casa’, entonces llamó el novio y él dijo que iba para allá, ella dejó la puerta entreabierta, aunque el apartamento tenía la reja de afuera asegurada”.

Caro aprovechó para ingresar a la vivienda y sorprendió a la mujer cuando ella estaba en el patio: “La amenazó, abusó de ella en dos ocasiones, le robó la plata, el celular y se fue; el novio de mi hija encontró esa escena, pero alcanzó a corretear al hombre que llegó hasta la iglesia; otras personas se unieron para ayudar con palos cuchillos porque el tipo se subió al techo del Colegio Enrique Niessen a las 3:00 a. m. y bajó hasta las 5:00 a. m. cuando llegó la policía y lo sacó por la otra entrada de la iglesia, del lado de la calle. Ella lo reconoció y de ahí comenzó toda la lucha judicial que se ha tenido”.

Ahora, Valeria está fuera del país y tiene sus estudios pausados, pero espera retomarlos, ya cursa séptimo semestre de Derecho y no se arrepiente de haber denunciado para que se hiciera justicia.

Los docentes de la Universidad del Atlántico han sido de gran apoyo para ella, tanto así que la misma institución fue la que se encargó de asignar al abogado Miguel Mercado, a quien Josefina dice agradecerle mucho por todo lo que ha hecho por su hija.

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