En lo que va del 2021 la desatención y la negligencia han cobrado la vida de 3 niños en el Atlántico.
Por: Laura Rocco
El caso de la niña de 6 años que falleció este jueves tras intoxicarse por ingerir fósforo blanco en año nuevo ha despertado muchas dudas respecto a la responsabilidad de los padres frente a sucesos trágicos como éste. La pequeña, quien fue remitida inicialmente a la Clínica Santa Mónica, llegó con una sintomatología que dio de inmediato indicio a los médicos de que tenía una falla hepática presentada por intoxicación por pólvora.
Uno de los aspectos que más genera confusión en el caso, es el hecho de que la menor fue llevada a la clínica 4 días después de que ingiriera el fósforo blanco de un “traqui-traqui”. Su mamá aseguró creer que los malestares presentados por la pequeña, tales como vómito, fiebre y diarrea, solo se trataban de algo “viral” y que no sabía que su hija lo había consumido; no obstante, nada ratifica que ciertamente los padres no supieran lo que había sucedido.
Antes de que la niña fuese trasladada a la Clínica La Misericordia, los doctores ya habían hablado con los padres para informarles que lamentablemente su posibilidad de vida era aproximadamente de un 5% debido a la gravedad de su estado. Ante estos casos, es necesario tener en cuenta que cuando se consume ese tipo de sustancias la falla multisistémica es casi inmediata.
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¿Habría responsabilidad penal de los padres?
Miguel Mercado, abogado penalista, doctorando en Derecho y magister en Derecho Penal y Criminología, habló con Impacto News acerca de cómo se mira desde la ley este tipo de hechos. Mercado aseguró que en el caso de la niña de 6 años, aunque posiblemente los padres incurrieron en una irresponsabilidad, no habría carácter penal debido a que fue una negligencia y los progenitores podrían argumentar que fue un descuido. Sin tener evidencia de lo contrario “A los padres se les podría llamar a una amonestación pública y a asistir a una cátedra para que estén mas atentos a los niños en dado caso de que tengan más hijos”.
También añadió que las repercusiones penales solo existirían si hubiesen elementos probatorios de que los padres o alguien más hubiese auspiciado que la niña consumiera pólvora, pero que en este caso, si no hubo intención ni evidencia, se realizaría un llamado de atención por parte de las autoridades. “La Ley 1098 de 2006 en su artículo 10 habla sobre la corresponsabilidad, que se entiende como la concurrencia de los actores del Estado, la familia y agentes gubernamentales que de cierta forma deben proteger a los niños, niñas y adolescentes, y son responsables de su cuidado y protección”, explicó el abogado.
¿Cómo actúa el Bienestar Familiar en este tipo de casos?
El Equipo de Defensoría de Familia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, informó que se daría acompañamiento psicosocial a los padres y se verificarían los derechos de los hermanos de la menor fallecida, al tiempo que se esperan los resultados de la necropsia.
Este caso guarda gran similitud con la muerte de una niña en Santa Marta en el 2017 quien se intoxicó también al ingerir fósforo blanco. En esa ocasión el ICBF tomó la iniciativa de establecer una denuncia penal contra los padres de familia tras la verificación de los hechos que evidenciaron negligencia, aunque en ese entonces, también se dieron indicios de errores en la atención por parte de los centros médicos a los que fue llevada.
Hay que tener en cuenta que los padres pueden ser sancionados por las autoridades territoriales con multas que pueden llegar hasta los cinco salarios mínimos legales mensuales vigentes y otras amonestaciones de carácter civil, en dado caso de que propicien la manipulación o compra de pólvora por parte de los menores de edad.
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Los otros dos casos de fallecimiento de niños en el Atlántico durante lo corrido del primer mes del año se dieron con la muerte de un menor de 4 años ahogado en la piscina de un centro recreacional en Malambo, y la muerte de una bebé de 8 meses en Barranquilla tras caerle alimento caliente.
