La mujer cargó al pequeño de seis años y lo sacó a tiempo de la vivienda construida con tablas, pocos segundos antes de que el fuego lo destruyera todo.
El incendio que se registró a las 8:00 a. m. de este jueves 23 de marzo consumió alrededor de cuatro viviendas, construidas en tablas de madera en el barrio Carrizal, en límites con el barrio Santo Domingo de Guzmán, en la localidad metropolitana de Barranquilla, Atlántico.
Las pérdidas traspasaron lo material, no solo las neveras, televisores, camas, ropa, documentos y demás pertenencias de estos ciudadanos quedaron reducidas a las cenizas, también, murieron animales como perros, patos, chivos y aves; por fortuna, la tragedia no cobró vidas humanas, lo que en cuestión de segundos, pudo suceder:
“Perdimos todos, quedamos como estamos ahora, gracias a Dios lograron sacar a mi niño de seis años, yo estaba llevando a la niña al Hogar y cuando regresé ya toda la casa estaba prendida, mi esposo estaba trabajando, vino y ahora está tratando de recoger lo que quedó, pero no sé dónde vamos a pasar la noche. El niño perdió todo lo del colegio, el uniforme, los útiles escolares, agradecemos si nos pueden ayudar”, contó Milagros Caraballo.
Y es que este hecho recuerda la lamentable tragedia del menor de tres años de edad que murió calcinado en una vivienda del barrio Gladiador del municipio de Malambo, cuando, aunque sus familiares y vecinos intentaron rescatarlo, el infante perdió la vida en medio de las llamas. Caraballo agradece que su hijo haya sido sacado a tiempo del lugar.
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Beatriz Amauri Castro, abuela del menor que residía en Carrizal, narró: “Aquí tenía la casita mi hija, yo vivo más adelante, el bebé estaba durmiendo, yo me vine de mi casa a darle vuelta a la casa de ella, cuando yo llegué el niño estaba sentadito en la cama mirando la candela que se estaba quemando el cuarto, yo logré sacar a mi bebé, cuando saqué al niño empecé a pedir auxilio para apagar el fuego, pero eso fue rapidito, se quemaron las casas completicas, los bomberos demoraron demasiado. Al niño lo cargué y salí corriendo con él”.
Por su parte, en medio del llanto, Magdalena Cardona, quien era propietaria de otra vivienda, expresó: “Tenía mi casita aquí también, todito lo perdí, quedé nada más con esto que tengo puesto. Yo estaba trabajando y me llamaron a decirme que todo se me había prendido, a la niña me la sacaron a tiempo, ella es especial, tiene 30 añitos. Se me murieron mis cotorritas y ahora dónde voy a dormir, mi hijo vivía allí y yo aquí con mi esposo y mis pelaos”.
Remberto Quintero, coordinador operativo de la Oficina de Gestión del Riesgo de Barranquilla, indicó: “Eran casas de madera, son personas muy humildes. En este momento la Oficina de Gestión del Riesgo está haciendo la evaluación de las familias que lo perdieron todo y nosotros como Distrito les vamos a dar una ayuda que consiste en un albergue temporal por tres meses, también se les entregarán unos mercados y unas colchonetas“.
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Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
