Las casas, hechas en su mayoría con tablas, fueron consumidas en su totalidad por las llamas; no hubo pérdidas humanas, aunque varios animales murieron.
En la mañana de este jueves 23 de marzo el caos se apoderó de seis familias que convivían en cuatro viviendas construidas en el barrio Carrizal de Barranquilla, Atlántico, cuando se produjo un voraz incendio, al parecer, producto de un cortocircuito.
Por fortuna, no hubo pérdidas humanas, aunque las pertenencias de los residentes de las casas ubicadas en el sector llamado “Bajo Carrizal” e, incluso, sus animales, fueron consumidos en su totalidad por el fuego. Así lo contó Wilmer Valenzuela, quien residía en una de las humildes construcciones:
“Hubo un cortocircuito y se prendieron cuatro viviendas, yo soy dueño de una, el incendio fue a las 8:00 a. m., se me murieron los animales, los perros, los carneros, todo. Se prendió todo de un momento al otro, gracias a Dios no hubo personas muertas, aunque perdimos televisor, nevera, la ropa, mi picó, no quedamos sino con lo que tenemos puesto“.
Gabriel Antonio, quien se desempeña como mototaxista y es propietario de otra de las viviendas, lamentó: “Tenía dos apartamenticos, de tablita, perdimos las cositas como documentos, televisor, nevera, estufa, abanico, ropa, tengo solo con lo que quedé nada más. Yo estaba trabajando y me avisaron los vecinos de que se estaba prendiendo la casa, ahí vivía con mi esposa y mis hijos, no sé dónde dormiré. Mi casa la construí en tablita y ya estaba construyendo en material”.
Por fortuna, los hijos de Gabriel estaban en el colegio y solo se encontraba en la vivienda la niña mayor, pero cuando ocurrió el incendio, ella estaba afuera dándole comida a las aves y al ver el fuego salió corriendo.
Por su parte, Remberto Quintero, coordinador operativo de la Oficina de Gestión del Riesgo de Barranquilla, indicó: “Es lamentable lo sucedido, la comunidad lo perdió todo, eran casas de madera, son personas muy humildes. En este momento la Oficina de Gestión del Riesgo está haciendo la evaluación de las familias que lo perdieron todo y nosotros como Distrito les vamos a dar una ayuda que consiste en un albergue temporal por tres meses, también se les entregarán unos mercados y unas colchonetas“.
Sobre el lugar donde estaban construidas las casas señaló: “Esto no es apto para vivir, es una zona de alto riesgo, pero la necesidad hace que la persona conviva así sea en un rincón y esa es la pobreza absoluta que hay. Cuando las personas tienen un asentamiento desde hace mucho rato no podemos venir a desalojarlas, esta es una invasión prácticamente, esto no tiene nomenclatura, los servicios no están legalizados”.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
