Familiares denunciaron que los jóvenes fueron víctimas de “falsos positivos”.
El pasado 25 de julio, se reportó la muerte de tres jóvenes identificados como Carlos Ibáñez, Jesús David Díaz y José Carlos Arévalo, señalados en su momento como presuntos autores del asesinato de un uniformado en Sampués, Sucre.
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Familiares de los tres jóvenes manifestaron que esta situación se trató de un falso positivo, pues los jóvenes no estaban involucrados en actividades delictivas. Asimismo, indicaron que después de la captura en medio de un retén, se les vio con vida y luego, Ibáñez, Díaz y Arévalo aparecieron muertos en un centro asistencial.
El mayor general, Ramiro Castrillón Lara, inspector general de la Policía Nacional sostuvo que fueron suspendidos el comandante operativo departamental, una subteniente, el comandante del CAI en Sincelejo y seis patrulleros más.
“La oficina de control tomó la decisión de suspender del cargo provisionalmente a ocho policías mientras se adelanta la respectiva investigación. Será la Fiscalía la que establezca de acuerdo con las pruebas judiciales de donde provinieron los disparos que ocasionaron las heridas y posterior fallecimiento de las tres personas, después del crimen de un patrullero”, dijo el oficial.
