A sus 39 años, el empresario bancario superó al magnate Luis Carlos Sarmiento.
Con el ingreso del banco digital Nubank a la bolsa de valores de Nueva York, el paisa David Vélez pasó a ser el colombiano más rico del mundo al alcanzar un patrimonio de 10.200 millones de dólares, luego que su compañía alcanzara capitalización de 2.600 millones de dólares.
Según la Revista Forbes, Vélez superó al empresario y banquero Luis Carlos Sarmiento Ángulo, quien cuenta con un patrimonio neto de 9.4 miles de millones de dólares obtenidos como presidente de la Junta Directiva del holding Grupo Aval Acciones y Valores.
El poder de esta entidad bancaria surgió hace 8 años, en Brasil, con una tarjeta de crédito sin anualidad, es decir que no se debe cancelar ningún tipo de comisión para acceder a una línea de crédito.
El banco maneja una estructura netamente digital que le permite a los usuarios minorizar el tiempo en los trámites bancarios y evitar experiencias negativas a la hora de ingresar a los bancos, como contó Vélez en entrevista con El Colombiano.
Desde muy niño, David Vélez fue amante a los negocios, a tal punto que a sus cuatro años tuvo su primer empleo en la compañía de unos familiares donde era el encargado de seleccionar y organizar botones. A sus 9 años adquirió una vaca con dinero obtenido de sus ahorros.
Ese fue el punto de partida para entender que siempre quería crear su propia empresa, que tuviese un toque innovador y lleno de oportunidades y facilidades para quienes adquirieran sus servicios, por lo que se fue a Estados Unidos a estudiar Ingeniería industrial en la Universidad de Stanford.
Luego de empezar a caminar como profesional en el sector de la banca y las inversiones en importantes entidades bancarias, llegó a Brasil gracias a la apertura de la oficina en Sao Paulo, de la empresa norteamericana de capital de riesgo Sequoia Capitals, donde sería responsable de las inversiones en Latinoamérica.
Su admiración por las empresas de Silicon Valley y una mala experiencia como usuario fue otro motivo para darle vida a una propuesta bancaria sin complicaciones, no solo al usar el producto, sino para brindar facilidades en los procesos de su adquisición.
