Nelson Polanía volvió a dedicar un sentido mensaje a su esposa, quien falleció a los 61 años de edad.
Por: Laura Rocco
Casi tres décadas estuvieron casados Nelson Polanía y Fabiola Posada, un amor que para muchos fue ejemplo de unión y cariño incondicional. Con la muerte de la “Gorda” Fabiola, su compañero de vida, humorista, al igual que ella, no ha ocultado la tristeza que lo invade, la misma que lo volvió a quebrantar en estos días, cuando recibió las cenizas de su amada.
“Hoy recogí la cenizas de mi gordita, pensé que mi alma estaba cansada de llorar y me equivoqué, no pude contener un mar de lágrimas cuando me entregaron ese pequeño cofre caoba que abracé fuertemente contra mi pecho porque sentí que después de muchos días la tenía junto a mí, volví a hablarle, a decirle que le cumplí lo que le prometí hace 28 años, estar a su lado hasta el final; sí, le hablé porque es lo único material que me quedó de ella, ese pequeño cofre caoba”, expresó el pasado domingo 29 de septiembre.
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También, Polanía reflexionó: “Allí están las cenizas de su cuerpo, lo que somos físicamente, lo que vemos, porque lo intangible, lo que sentíamos mutuamente, ese sentimiento que no necesitaba muchas veces palabras sino una simple mirada, un gesto o un abrazo y, en general, todo lo que yo valoré en ella, esa alegría, esa felicidad que inspiraba a quienes la conocían, todo eso, no cabe ni en el cofre más grande del mundo. Te extraño mucho, mi amor”.
Inicialmente se creyó que Posada había muerto producto de un infarto, sin embargo, Juan Sebastián Valencia, uno de sus hijos mayores, fruto de un primer matrimonio de la humorista, expresó a medios nacionales: “No la mató el corazón ni la diabetes, sino una bacteria”.
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