“La reclutadora me dio a entender que si no es liso, no es presentable y formal”, contó la mujer.
Por: Laura Rocco
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En pleno siglo XXI aún abundan personas que discriminan de forma violenta y disfrazan su actuar y sus pensamientos con una falsa amabilidad.
Yeimi Ariza es una barranquillera de 39 años que al aspirar a un cargo en una empresa cuyo nombre prefirió no decir, vivió una de las más amargas experiencias, la cual le hizo recordar que el racismo y la discriminación siguen vigentes.
Los hechos se registraron el 7 de diciembre, pero apenas este viernes se atrevió a contar su historia, impulsada por la recomendación de una abogada que le dijo: “Amiga, date cuenta, denuncia, ellos fueron racistas contigo y te discriminaron laboralmente”.
“A los clientes no les gusta ese tipo de cabello”
Todo fue en medio de una entrevista virtual, Yeimi se vistió acorde a la ocasión y peinó sus rizos a un lado, dejando ver su cabello lleno de vida e identidad.
Yeimi se ha desempeñado como asesora comercial desde el 2004, a excepción de los últimos tiempos en los que trabajó como “vendedora viajera”.
“Presenté la entrevista con una empresa de Bogotá, necesitaban una vendedora de insumos hospitalarios para Barranquilla, en estos casos uno suele trabajar remotamente, tu jefe está en Bogotá y tú haces la labor acá”, narró la mujer.
Durante más de media hora Yeimi le contó sobre su experiencia laboral a la reclutadora de personal, sin saber que al terminar explotaría una bomba cargada de una discriminación que todavía le sigue cobrando la felicidad y las oportunidades a muchas mujeres en Colombia.
“Cuando estamos terminando la entrevista me dijo que me levantara, me preguntó cuánto medía y yo le dije que un metro con cincuenta y cinco, luego me dijo ‘Hay un pequeño problema, tu cabello, ¿no te lo puedes alisar?’, y yo le pregunté ¿por qué?“.
En esos instantes el entusiasmo se le desvaneció a Yeimi y la hizo recordar sus años de infancia cortando casi hasta el tope su cabello o alisándolo desde temprana edad para no ser víctima de bullying.
“Yo le dije que mi cabello no tenía nada que ver con mis capacidades y que yo he desempeñado mi cargo de manera excelente por muchos años y a mí un cliente me puede recordar más por mi cabello afro; además, que no debo tener un prototipo de cabello para trabajar”, le respondió Yeimi.
No obstante, la entrevistadora le insistió: “Ella me dijo que lo más posible era que al cliente no le gustara ese tipo de cabello sino el liso, me dijo que me recomendaba para el próximo filtro alisarme”.
@jeyariza ♬ sonido original – Jey Ariza
Según Yeimi, la reclutadora tras detectar su inconformidad, finalizó rápidamente y le dijo que se estaría contactando con ella, pero hasta el día de hoy no lo ha hecho y ella tampoco los ha buscado.
“En el bachillerato me hicieron bullying”
¿Drama? ¡No! No es una historia fácil, por lo menos no para quienes la viven, así lo asegura esta joven madre y abuela, recordando sus años de niñez y adolescencia:
“Antes de los 12 años me cortaban el cabello muy cortico porque le enseñaban a uno que nuestro cabello era malo, que no era presentable, a los 12 años pedí que no me lo cortaran más y comencé a alisármelo, de hecho, cuando estaba en bachillerato me hicieron mucho bullying“, contó.
Desde esa edad hasta que cumplió los 37 años, su cabello no conoció la libertad, pues estaba bajo la esclavitud de la plancha, posteriormente, acompañada de la queratina, ahora a sus 39 años agradece haber aceptado la transición: se cortó el cabello alisado para dejar fluir su esencia.
“Yo vivo con mi esposo, que es italiano, y él vive enamorado de mis crespos, fue uno de los que más me apoyó a dejar de alisarme mi cabello, mi hija de 21 años, que también es afro, desde pequeña se lo alisaba y hoy hace un año comenzó su transición”.
Luego de mirar hacia su pasado y ver su presente concluyó: “No cambiaría mi cabello afro por un puesto laboral, es mi esencia y si no se pueden respetar las diferencias, no es viable estar ahí. Mis capacidades no son definidas por mis rizos, por el contrario, me empoderan para lograr mis metas”.
