El hombre de 67 años atacó a la fémina cuando ella estaba en su lugar de trabajo, en un centro comercial de Sabaneta, Antioquia, y después se suicidó usando el mismo químico.
Hay conmoción en el país por el feminicidio de Maryori Muñoz Sánchez, de 40 años, el pasado miércoles 15 de marzo a manos de su expareja Luis Carlos Aguirre en el Centro Comercial Mayorca, ubicado en Sabaneta, en el área metropolitana del Valle de Aburrá.
Con todo fríamente calculado, el hombre llegó a la 1:00 p. m. de dicho día hasta el local del Centro Estético Matiz, Salud y Belleza, en el piso 11, del cual ella era administradora, llamó a la puerta a Muñoz, cruzó palabras con ella y le arrojó un químico, cuyo nombre se omite para evitar multiplicación de ataques con el mismo, después, él adulto mayor de 67 años se roció el químico venenoso, bajó hasta el baño del tercer piso y al salir murió tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.
La mujer fue auxiliada y llevada al servicio de urgencias de Las Américas en críticas condiciones, su estado era grave ya que tenía las córneas quemadas y el químico también quemó su aparato respiratorio; su deceso se produjo a las 7:37 p. m. del mismo día.
Maryori era madre de dos hijos, producto de una relación anterior; con Aguirre, comerciante antioqueño, estuvo hasta 2022 dado que este la sometía a actos de violencia; sin embargo, el hombre no dejó de buscarla y acosarla por lo que ella decidió mudarse con sus hijos de Sabaneta a Medellín, pero seguía trabajando en el mencionado municipio.
Mariano Atehortúa, secretario de Seguridad de Sabaneta, Antioquia, dijo en entrevista para Blu Radio sobre el feminicida: “Él venía hace seis meses hostigándola y siempre iba a decirle que iba atentar en contra de su integridad. Una persona que ya venía preparando eso durante determinado tiempo y maquilando (…). Cada que venía el señor al establecimiento comercial eran constantes las amenazas cuando ella se sostenía en su decisión de no continuar con la relación”.
Por dicho hostigamiento y amenazas que también se registraban a través de llamadas telefónicas y las redes sociales, la administradora de empresas ya había puesto denuncias. Dos días previos al ataque había recibido una orden de protección expedida por la Comisaría de Familia de Sabaneta. Por su parte, la Policía aseguró que no recibió la notificación sobre dicha orden.
