La víctima se dedicaba al oficio de carpintería y vivía en el mismo barrio donde le quitaron la vida.
En medio del dolor y la tristeza que la consume por la muerte de su hijo a manos del hampa, Maritza Guerrero contó a Impacto News cómo fue que delincuentes acabaron con la vida de su hijo cerca de la 1:00 de la madrugada de este domingo de resurrección en la carrera 4A #52-03 del barrio Carrizal, al sur de Barranquilla.
La víctima de este hecho responde al nombre de José Miguel Luna Guerrero, de 34 años, quien llegaba a su casa a esa hora para descansar después de departir por fuera de ella algunas horas antes y fue abordado aparentemente por delincuentes con la intención de atracarlo, pero al parecer, opuso resistencia y fue ultimado de cuatro impactos de bala.
“Él salió a tomar (licor) y cuando regresaba a la casa como que lo venían siguiendo. Cuando ya iba a entrar fue que lo atacaron, le robaron el celular y le dispararon”, dijo la madre del hoy occiso.

Esta versión está siendo investigada por la Policía, quien no descarta otras posibilidades pese a que esta es la primera hipótesis y busca establecer las circunstancias exactas de los hechos.
Mientras eso sucede, Maritza Guerrero clamó por justicia ante la muerte de su hijo, mientras explicaba que su este se dedicaba a labores de carpintería y no deja ningún hijo ni pareja sentimental.

A su vez, un residente del sector y conocido de José Miguel Luna Guerrero, lo describió como un buen ser humano y dentro de sus requerimientos pidió públicamente mayor presencia de las autoridades en un barrio abolido por la delincuencia.
“Mataron a un ser humano bueno, buen amigo y le quitaron la vida de esa manera. Necesitamos un frente de seguridad por acá y pedimos justicia, que esa muerte no quede impune. Exigimos más presencia de la Policía porque no podemos estar en las puertas de la casas o compartir ya que alguno puede venir y acabar con la vida de inocentes”, subrayó el vecino de la familia.
Informe: Alexander Ojito-El ojo de la calle / Redacción: Luis Ángel Terán
