Su resiliencia no solo estuvo marcada por cómo superó la pobreza y luchó para ser futbolista profesional, sino también por cómo derrotó esa peligrosa enfermedad.
Por: Iván Peña Ropaín.
A la jugadora que marcó la historia del fútbol femenino para Colombia al ser premiada con el galardón de la mejor de la Copa América 2022, con el ‘Balón de plata’ y el ‘Botín de bronce’ en el reciente Mundial Femenino India Sub-17, con el de mejor futbolista sub-20 de la Conmebol el año pasado y por ser la primera colombiana en llegar a un club grande de Europa como lo es Real Madrid Femenino: la vallecaucana Linda Caicedo, le desempolvaron una experiencia de superación de vida que no se comparará jamás con ninguno de los logros conquistados hasta ahora a sus tan solo 18 años, ni con los que indudablemente conseguirá en el fructífero futuro que le espera.
Y es que la formidable futbolista, quien debutara en 2019 en la profesional con el América de Cali, no solo tuvo resiliencia con la pobreza que se ceñía sobre su familia en su natal Candelaria. También se sobrepuso a una enfermedad que cobra cientos de vidas de mujeres cada año en el planeta, y más en países del tercer mundo como Colombia: el cáncer de ovario.
Linda a sus 15 años pasó a jugar al Deportivo Cali, continuando su sueño de consolidación en la Liga Femenina de Colombia. En varios de los partidos que actuó en 2020, a pesar de abducir a los futboleros por el buen pie que mostraba, era inadvertida por la gran mayoría en un pequeño detalle: jugaba con una peluca.
Inquiriéndose a personas cercanas a ella, se supo que no lo hacía por ninguna moda o vanidad, saltaba a la cancha con el cabello postizo porque en esos momentos también jugaba en secreto en otro equipo, pero no de los comunes y corrientes, en el equipo de ‘La Vida’, el cual venía encarando una intensa batalla contra un peligroso rival llamado ‘Cáncer’.
Tal enfermedad, que ponía a pender de un hilo tanto su anhelo de continuar siendo futbolista profesional así como su propia vida, la venía tratando en silencio y le fue diagnosticada justo antes de que se decretara en el país la pandemia mundial por el covid-19, por allá en 2020.
Esta joven afrocolombiana, que porta el número 19 en el Real Madrid y quien ya debutó y marcó su primer gol con la escuadra española, ingresó inmediatamente a tratamiento una vez se le detectó la afección, al tiempo que jugaba, recibiendo todo el respaldo de su equipo Cali y estando bajo la intervención médica en la Fundación Valle de Lili, donde al final le fue estripado el tumor.
De acuerdo a los relatos de Javier Mosquera, médico del verde de los caleños; de su excompañera en ese equipo, Kelly Ibargüen; y de Vanessa Alipio, gerente deportiva del Deportivo Cali, fue de admirar cómo Linda Caicedo vivió el proceso de su enfermedad con fe, alegría, positivismo y mucho fútbol, y de cómo festejó su superación.
Parte del triunfo final de su equipo ‘La Vida’ sobre el ‘Cáncer’ llegó un 15 de abril, cuando en dicha fundación le notificaron que fue estripado con éxito el nódulo descubierto, iniciando seguidamente Linda con las quimioterapias en ese mismo centro asistencial.
En total fueron seis ciclos de quimioterapia que realizó en seis meses, instalándole un catéter por medio del cual se le administraba el tratamiento. Por tal motivo, a Linda Caicedo le tocaba jugar, en los partidos que apareció con Cali, con una peluca puesta y la que no se le notaba, por eso la sorpresa de muchos futboleros en Colombia al enterarse de esta vivencia que tuvo la actual atacante del Merengue.
Para el 21 de septiembre de 2020 regresó a entrenamientos normales con el cuadro ‘azucarero’ y un mes después, exactamente el 20 de octubre, retornó en un partido contra el Junior de Barranquilla, en la reanudación del campeonato femenino tras la pandemia.
Con las redes se volvió a manifestar el 16 de noviembre, precisamente contra América de Cali, su primer club, anotación que le valió por dos, pues su emotiva celebración también se la dedicó a la enfermedad mortal que derrotó.
