Más de dos mil recortes de periódicos, afiches y revistas adornan, los 365 días del año, el hogar del sociólogo César Martínez.
Por: Laura Rocco
Mientras un ambiente de nostalgia impera en la ciudad al tiempo que caen las lágrimas de Melissa Cure, reina del Carnaval 2024, por la partida de Joselito, este se refugia del olvido en un centro de documentación y casa museo del barrio Lucero en Barranquilla, donde vive los 365 días del año.
En esa misma vivienda le hicieron el pasado mes de enero la Novena a Joselito anunciando su “nacimiento” de la mano del investigador César Martínez, dueño del inmueble, quien se ha dedicado más de dos décadas a indagar sobre el Carnaval y a plasmar las carnestolendas en cada rincón de su casa.
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Museo hasta en el dormitorio
César Martínez, sociólogo egresado de la Universidad Simón Bolívar, nació el 26 de mayo de 1965 en la capital del Atlántico y desde su infancia comprendió que llevaba al Carnaval impregnado en cada parte de su ser, pero fue ya siendo un joven cuando su progenitora le iluminó el camino por el que transitaría el resto de su vida.
“En 1993 mi mamá comenzó a recolectar páginas de periódicos en las que hablaban del Carnaval, yo llegué a la Asociación de Grupos Folclóricos del Departamento del Atlántico con el deseo de hacerme amigo de los directores de las comparsas y conocer la historia de sus grupos, fui recopilando toda esa información hasta que mi mamá me dijo que tenía bastante material, que tratara de hacer un libro”, me contó César en la tarde del pasado Martes de Carnaval.
Esa meta se materializó en el año 2015, cuando el investigador logró publicar con la Universidad Simón Bolívar su primer libro: “Danzas, Comparsas y Disfraces del Carnaval de Barranquilla”. Al día de hoy ha escrito 20 obras sobre este evento folclórico, 20 folletos pedagógicos para estudiantes de primaria y 12 libros más sobre otros temas.
“De ahí en adelante comencé a diagramar los diferentes temas, la historia de las 25 danzas de congo, la historia de las 22 danzas de garabato, los disfraces, las letanías, las danzas de relación, danzas especiales y esos libros los he llevado al aula de clases”, me contó con orgullo este carnavalero apasionado.
A medida que investigaba y escribía, Martínez seguía recopilando elementos que fue almacenando en su hogar. Al estar en su morada entendí que cada paso mal dado en ese lugar podía ser un atentado contra el patrimonio cultural, pues desde el techo hasta el piso, el dormitorio y el comedor, todo está adornado por recortes de periódicos, revistas, fotos, cuadros, disfraces, máscaras, trofeos y afiches del Carnaval.
Justo su habitación fue uno de los espacios que más me impactó, su mesita de noche está cubierta de crónicas, su ropa se funde con vestuarios de comparsas y disfraces, y su “ángel de la guarda” es un gorila de aquellos viejos carnavales que quizás ya no volverán, pero siempre se recordarán.
Centro de Documentación y Casa Museo del Carnaval
Cuando Joselito dice adiós, el Carnaval queda en manos del investigador, así lo entiende y lo vive en carne propia este estudioso, quien se sumerge en lo sucedido durante los cuatro días de Carnaval con el fin de plasmarlo en textos literarios y llevarlo a diferentes instituciones educativas del Distrito, el máximo fin de su labor eterna.
“Hay hacedores del Carnaval que son directores de grupos folclóricos, de danzas, comparsas, disfraces y algunos también estamos en las letras, llevando esas manifestaciones folclóricas a las instituciones educativas, o sea, llevar el Carnaval al aula de clases, recogiendo toda esa riqueza cultural que tiene”, me explicó, conmovido por su devoción.
A su Centro de Documentación y Casa Museo llegan turistas en época de Carnaval, periodistas, estudiantes, docentes y personas en general que para aprender sobre la fiesta le solicitan a César que los instruya con su prodigiosa memoria sobre las monarquías, las comparsas y los disfraces.
“Yo siempre les digo que no sé todo, quienes saben todo y de quienes yo aprendí son los directores de grupos folclóricos, los hacedores. Hoy existen tres casas museo, una sobre la danza del torito, otra del descabezado y la mía sobre el Carnaval en general“, indicó.
Novena y Nacimiento de Joselito Carnaval
Para el año 2020, junto con el profesor Libardo Berdugo Palma, César creó el proyecto Novena y Nacimiento de Joselito Carnaval, un encuentro amenizado con música carnavalera y letanías que empieza en su vivienda y los días posteriores se realiza en otras casas o establecimientos comerciales.
Martínez Lara describió sobre la curiosa actividad: “Así como la Iglesia católica tiene su novena, nosotros los carnavaleros hicimos una folclórica y, diariamente, hacemos una oración de la mamá de Joselito, del papá y de Joselito Carnaval; a los 9 días, el 20 de enero, nace Joselito Carnaval y comienzan los Viernes de Joselito“.
Con picardía, la novena busca dar explicación al surgimiento de la figura de Joselito, personaje que año tras año es representado por una persona diferente en el marco de esta propuesta cultural y teatral.
Memorias de un carnavalero
2.800 recortes de periódicos alusivos al Carnaval de Barranquilla, 120 afiches, máscaras, vestuarios, revistas, fotografías, cuadros y demás constituyen el tesoro más valioso en la vida de este investigador e historiador del Carnaval.
Desde 2005 el sociólogo dicta la Cátedra Carnaval de Barranquilla en la Institución Educativa Distrital Camilo Torres Tenorio, acompañado de un grupo de docentes, coreógrafos y bailarines, luchando sin cansancio porque Joselito no muera.
Actualmente, evocando a las más antiguas ediciones de la fiesta patrimonial, está llevando a cabo una investigación sobre los disfraces tradicionales que han desaparecido poco a poco del Carnaval de Barranquilla.
“El disfraz de burro, el burro blanco, el gorila de tiritas, el gorila de bolitas, el mico, la muerte, la enfermera, la bruja y una serie de disfraces de las danzas tradicionales del Carnaval de Barranquilla. Quiero que se haga realidad que esos disfraces tradicionales que han desaparecido vuelvan a salir y hacer un texto acerca de ellos para que las personas sepan su historia. Esa es mi misión a partir del Miércoles de Cenizas“, manifestó.
¿Cuáles son los elementos más antiguos de su casa museo?
1. Disfraz de la Danza del Congo Carrizaleño: “Lo tengo desde el año 90”.
2. Recorte del periódico El Heraldo: “Es del año 86 y habla sobre las danzas de congo”.
3. Máscaras regaladas por José Llanos Ojeda, artesano oriundo de Galapa: “Él las tenía desde el año 86 y me dijo que me las llevara porque yo era la única persona que podía cuidarlas y conservarlas”.
4. Disfraces de tigre y de monocuco: “Son de cuando tenía entre 5 y 7 años”.
5. Fotos de reyes del Carnaval de Barranquilla: “Tengo las fotografías de todos esos personajes que han escogido para representar la figura del rey Momo y estoy actualizando en estos momentos el libro ‘La Historia del rey Momo en el Carnaval de Barranquilla’, me faltan dos reyes, el del año pasado y el de ahora, Juventino Ojito“.
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Los sueños de un investigador apasionado
Son varios los reconocimientos que ha recibido este investigador, tal como la Mención Honorífica que en 2014 le otorgó el Movimiento Cívico Todos por Barranquilla por su labor sin ánimo de lucro de llevar el Carnaval a las aulas de clases, el reconocimiento como “Investigador y Escritor del Carnaval” que le entregó la Fundación de Escritores del Atlántico y la Medalla al Mérito Cultural, otorgada por el Concejo de Barranquilla al cumplirse los 17 años de su labor al frente de la Cátedra Carnaval de Barranquilla.
“Llevo 21 años investigando sobre el Carnaval de Barranquilla, plasmando en mis libros todo ese conocimiento y entrevistas con ese sueño que tengo de que el Carnaval traspase fronteras y se constituya en el currículum de básica primaria, secundaria y media. Algunas personas miran a esta fiesta como la de los cuatro días, pero yo la miro desde el punto de vista antropológico como una fiesta que podemos llevarla a las aulas durante todo el año“, exclamó.
Martínez no tuvo hijos, sin embargo, cuenta con el apoyo y cariño de su hermano y amigos, quienes están comprometidos con mantener el legado que ha edificado; su vida no ha sido fácil, entre épocas buenas y angustias, sobrevivió al COVID-19 y ahora lucha contra el párkinson:
“A mí me afectó la primera vacuna, me sentó mal, me trató de dar una isquemia y se me durmió medio cuerpo, demoré, aproximadamente, seis meses en cama, después me vino el mal del párkinson, eso fue en marzo de 2020, en julio volví a salir a la calle, a hacer ejercicios y, entre tratamientos neurológicos, dietas y medicamentos, me fui recuperando; gracias a Dios no se me olvidó nada porque yo leía mucho“, detalló.
Este hacedor sueña en grande: además de desear recibir un apoyo para mejorar la infraestructura de su casa museo y rescatar los disfraces que ya no observamos en el Carnaval, anhela ser rey Momo de la fiesta:
“Pienso seguir con esta labor de investigador hasta que mis fuerzas me acompañen y me gustaría ser recordado como la persona que llevó el Carnaval al aula de clases, que creó una emisora comunitaria, Carnaval Stereo, la voz de los actores y hacedores del Carnaval, como la persona que creó un Centro de Documentación y Casa Museo del Carnaval, hasta en mi cuarto, baño, cocina, comedor y patio está todo lo relacionado con el Carnaval de Barranquilla“.
Cayendo la noche y quedando la vivienda iluminada con la luz tenue de un bombillo, César, con brillo en los ojos y suspirando, me confesó otro de sus sueños: “Quisiera llegar a ser rey Momo del Carnaval de Barranquilla y que cada barrio tenga un centro de documentación y casa museo del Carnaval”.
Video: entrevista hecha por Laura Rocco a César Martínez Lara
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