Desde el Distrito se indicó que así como es necesario esclarecer la denuncia hecha sobre el abuso sexual de una menor, se debe judicializar a quienes robaron todo el mobiliario del lugar.
El pasado 5 de junio decenas de personas se reunieron a las afueras del CDI Carlos Meisel en Barranquilla, Atlántico, para intentar tomar justicia por mano propia contra un docente señalado de acto sexual contra una menor de 4 años.
En principio, el hombre fue agredido, pero funcionarios del CDI y la Policía lo protegieron para evitar que la multitud le quitara la vida. El Esmad llegó al sitio y se enfrentó con jóvenes que estaban armados con piedras, palos y hasta armas blancas.
Una vez pareció terminar el enfrentamiento, niños, adolescentes y mayores de edad aprovecharon para ingresar al CDI robar todo lo que podían y destrozar las instalaciones, lo que causó indignación en parte de los barranquilleros, quienes aseguran que estas personas se “agarraron” de la situación para cometer actos vandálicos.
De igual manera, la Alcaldía de Barranquilla se pronunció sobre los hechos, diciendo: “Así como pedimos que se esclarezcan las denuncias en el CDI Carlos Meisel, exigimos a las autoridades que identifiquen y presenten ante la justicia a responsables de vandalismo y saqueo de la sede. Sus acciones violentas hoy dejan a 440 niños, niñas y mujeres sin atención”.
Por su parte, el presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Carlos Meisel, Dilson Buelvas, ha asegurado que quieres saquearon el CDI no fueron los habitantes del barrio, sino de sus alrededores, que las pérdidas en mobiliario, que llegarían a $2.000 millones, afectan a 440 menores beneficiarios del Centro de Desarrollo y a los adultos mayores del Centro de Vida que funcionaba allí.
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