El Esmad tuvo que llegar al sitio para custodiar al profesor y evitar que la comunidad, armada de piedras, palos y armas blancas, tomara “justicia por mano propia”.
Con palos, piedras y navajas la comunidad esperaba que sacaran del CDI Carlos Meisel, en la carrera 25B3 # 75A esquina, de Barranquilla, Atlántico, a un docente que habría abusado de una menor de cuatro años de edad.
“Un profesor de aquí abusó de una niña el jueves pasado, la mamá primero fue a la Fiscalía, puso la denuncia y lo vino a encarar, el tipo se puso nervioso porque le estaban preguntando qué le hizo a la niña y no quería dar explicaciones. La gente lo golpeó y la Policía lo estaba protegiendo allá adentro, hasta las docentes lo estaban amparando“, dijo una madre de familia a Alexander Ojito, reportero urbano de Impacto News, a las afueras del Centro de Desarrollo Infantil.
Otra acudiente agregó: “Eso pasó el jueves, la niña informó y los maestros no hicieron nada, yo vine a buscar a mi hijo y no me lo querían entregar, un policía me iba a agredir porque yo me metí a los golpes. Uno trae a los niños es a estar protegidos aquí“.
Alrededor de la institución se encontraban jóvenes armados y furiosos a la espera de que la Policía sacara por la entrada principal al presunto agresor sexual, por lo que, finalmente, tuvo que llegar el Esmad para evitar que la comunidad siguiera tomando justicia por mano propia y sacar fuertemente custodiado al supuesto abusador.
Por su parte, el progenitor de la menor dijo en entrevista para colegas de Las Noticias, sobre su denuncia: “A la niña le empezaron a doler sus partes, la llevamos al hospital para averiguar lo que tenía, los doctores se dieron cuenta de que ella había sido penetrada con el dedo. Nosotros montamos la denuncia y del Gaula la llevamos para Medicina Legal, resultó que efectivamente la niña había sido abusada”.
El padre de la pequeña agregó: “Ella lo identificó, que era el profesor que la estaba tocando, cuando ella dormía en el CDI sintió que estaban tocando sus partes, ella se despertó, preguntó y el docente dijo que le estaba matando unos zancudos, ella le dijo a la maestra y esta regañó al profesor y le dijo que la dejara tranquila”.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
