El exentrenador argentino falleció a sus 83 años en Barranquilla, ciudad a la que amó y prometió se quedaría, a raíz de diversos quebrantos de salud que lo venían aquejando en los últimos años.
Por: Iván Peña Ropaín.
Uno de los temas musicales en el entorno Junior de Barranquilla que más fuerte cantan los junioristas, más cuando se va a enfrentar al Atlético Nacional de Medellín, es ese que en una de sus estrofas dice: “Miren, miren qué locura, miren, miren qué pasión… este es el glorioso Junior que viajó a Medallo y salió campeón”.
Esa entonación de la fanaticada ‘tiburona’ fue inspirada por la quinta estrella que bordó en su escudo y la cual consiguió el equipo de los barranquilleros y aquellos costeños que son hinchas del Rojiblanco en diciembre de 2004 en la capital antioqueña, siendo el director técnico el argentino Miguel Ángel “el Zurdo” López.
El domingo 19 de diciembre de dicho año, en un estadio Atanasio Girardot de Medellín abarrotado de ‘verdolagas’, Junior logró una muy sufrida victoria que se cristalizó desde el punto blanco del penal, luego de que el título se le estaba escapando en el tiempo reglamentario, pero logrando impedírselo a ese émulo paisa en los minutos finales con el tanto del argentino Walter Ribonetto.
Esa diana del ya retirado central “gaucho” fue al minuto 88, marcándose antes de esta anotación en el compromiso por la final de vuelta del Torneo Finalización un 5-1 a favor del verde que es de los antioqueños; ese resultado colocaba el global 5-4, ya que en la ida, el miércoles 15 de diciembre de 2004, en el Metropolitano de Barranquilla, el Tiburón se había impuesto con un 3-0.
No obstante, ese gol de Ribonetto casi en el suspiro dibujó el global con un 5-5, yéndose la definición del campeonato colombiano a los penales, instancia en la que el equipo orientado por el Zurdo se plantó firme y salió triunfante.
Esa felicidad decembrina propiciada por el estratega que acaba de fallecer en Barranquilla a sus 83 años debido a quebrantos de salud que lo venían aquejando desde hace años, así como por cada uno de los futbolistas que hizo parte de ese plantel, dieron pie al emblemático fragmento que siempre se lo recordaremos a los de Nacional: “Miren, miren, qué locura, miren, miren qué pasión… este es el glorioso Junior que viajó a Medallo y salió campeón“.