Le habían solicitado, con respeto y con un español entendible, que no querían que le cantara, pero el artista informal no se detenía, hastiando a la mujer su momento a bordo de un coche.
Por: Iván Peña Ropaín.
Muchos reconocen que Cartagena de Indias es el mejor punto turístico que tiene Colombia por el aroma colonial que preserva, como el Centro Histórico, por ejemplo, así como por sus espectaculares playas. Empero, también hay muchos más que coinciden en que los constantes abusos que sufren los turistas en cuanto a los precios y la informalidad que abunda, empañan el atractivo del ‘Corralito de Piedra’ y no lo dejan brillar como debería.
Uno de esos factores que, casi siempre, incomoda al que llega a la capital bolivarense para disfrutar de lo que ofrece en cuanto a su turismo, es el denominado ‘rapero callejero’, quien recorre los sectores icónicos en los que discurre gran cantidad de personas para hacerse a unos buenos dividendos monetarios.
Para exponer sus dotes y talentos, pero más en forma de rebusque, estos artistas urbanos tienen como proceder el interceptar a una o a grupos de personas, generalmente, con características de ser de otro país, con el fin de improvisarles y destacarles a ritmo de rap o hip-hop sus cualidades físicas o de vestimenta, entre otros aspectos.
Mientras el “agasajado” por la interpretación musical, casi siempre, continúa su andar para dirigirse al lugar al que va, el ‘rapero’ le sigue sus pasos, al tiempo que no deja de ‘rapear’. Hay quienes, muy amablemente, se detienen, los escuchan y luego le dan una propina, pero la gran mayoría, por lo general con tono extranjero y tratando de hablar en español, les manifiestan “no, gracias”, y piden privacidad.
La cosa se sale de control y hasta se alebrestan los ánimos, cuando el ‘rapero callejero’ insiste en seguir cantándole a la otra persona, que puede estar con su pareja, familiares o amigos, y le piden amablemente que pare y les respete su espacio y tranquilidad, pero este hace caso omiso y continúa con su cantar.
Pues bien, este tipo de situaciones, de otras más que la mayoría de veces fastidian al turista que llega a Cartagena a disfrutar de un descanso o a conocer, quedó grabado en un video que se ha viralizado en redes sociales. En este se aprecia a una mujer, al parecer, de otra nacionalidad, yendo abordo de un coche que recorre las calles del tradicional Centro Histórico.
Mientras va embarcada en el carruaje y manipulando su celular, frente a ella se encuentra otra mujer que sería su amiga y quien grababa con su celular el intenso acecho de uno de estos trabajadores informales, lo que llevó a que la visitante reaccionara molesta y le expresa algo relacionado con que la “dejara en paz”.
Y es que ya le habían dicho, de forma amable, que no querían que le cantara, pero el ‘rapero’ continuó su recorrido junto al transporte de tracción animal y haciendo caso omiso a las reiterativas solicitudes para que parara.
