Por el fuerte altercado desatado en el estadio Atanasio Girardot a poco de concluir la final de Copa Colombia entre ambos clubes, la ciudadanía cuestiona fuertemente a la Alcaldía de Medellín.
Por: Iván Peña Ropaín.
Ese tal “fútbol en paz” que pactan las ‘barras bravas’ de los distintos clubes en el fútbol colombiano sigue dejando entre muchos la sensación de que es una simple quimera, que hasta ese anhelo no se podría llegar jamás porque las conductas de los ‘barristas’, constantemente, así lo siguen demostrando.
En el clásico paisa que se reeditó en la final de la Copa Colombia 2025, la cual tuvo su juego de vuelta la noche del miércoles anterior, ‘barristas’ del Independiente Medellín y del Atlético Nacional sostuvieron un violento enfrentamiento en el estadio Atanasio Girardot.
La gresca empezó en las tribunas del estadio a poco de escucharse el final del cotejo; los desadaptados seguidores del verde estaban eufóricos por la victoria y el título al que se hacían ante su rival de patio y los del rojo lucían malhumorados porque otra vez se estaban adjudicando un subcampeonato.
Después de la trifulca desencadenada en las graderías del Atanasio y tras escucharse el pitazo final, el que declaraba campeón al Verdolaga, los disturbios se trasladaron al campo de juego, el que invadieron los miembros de ambas facciones populares y de donde jugadores y cuerpo técnico de ambos clubes huyeron corriendo para resguardarse de la horda oligofrénica.
Ante los hechos de violencia sucedidos en ese escenario medellinense y los que dejaron como saldo más de 50 heridos y más de 20 detenidos, la ciudadanía culpa fuertemente al alcalde de la capital antioqueña, Federico Gutiérrez.
¿Y por qué de lo anterior? Debido a que ese mandatario había reunido horas previas del compromiso a los líderes de las dos ‘barras bravas’ buscando no se diera lo que al final sucedió, pero también para “sacar pecho” de la “cultura antioqueña” de la que tanto se ufanan en decir los habitantes de esa región del país. Empero nada le salió al mandatario, acabando todo en caos, desorden e incultura.
