En redes sociales circuló un video en el que acusan a Eduardo Altamar de extorsionar a dos personas.
Eduardo Altamar Polo, de 35 años, es protagonista de un video en el que se muestra cuando era capturado por la Policía, luego de enfrentarse con otro hombre en una pelea, mientras una mujer le gritaba “extorsionista”.
Los hechos ocurrieron a las 7:00 p. m. de ayer, en la calle 70C con carrera 24, barrio San Felipe, hoy en entrevista con el reportero de Impacto News, Alexander Ojito, el joven aseguró que no es extorsionista y que la pelea se originó por un problema con su hermano, de 27 años, y la esposa de este.

“Yo no soy extorsionista, estaba peleando con mi hermano. Fui a visitarlo en el puesto donde yo vendía frutas y verduras porque él me propuso a mí que se lo alquilara por $5.000; yo se lo alquilé, a los tres días le voy a cobrar y la mujer me dice que no me va a pagar nada, yo le dije que si no lo hacía corriera su carreta porque yo iba a poner a otra persona en el punto”.
En esos momentos la mujer le dijo que no iban a pagarle porque estaban en el espacio público y Eduardo, molesto, empujó la carreta, lo que hizo que su hermano se molestara. Allí comenzó la pelea entre los dos.
“Él se me encimó y yo lo empujé. Él de la rabia me sacó un cuchillo, pero yo sé que no me iba a hacer daño, yo le pegué con una canastilla en el brazo, la gente salió y comenzó a aglomerarse, en el momento llega la Policía y la mujer empieza a gritarles que yo soy extorsionista”, relató Altamar.
El hombre asegura que siempre ha trabajado para tener sus cosas, en especial ahora que tiene una bebé recién nacida, e indicó que no le gusta andar en malos pasos.

Pese a que fue detenido, rato después la Policía lo dejó libre porque algunos oficiales dieron fe de que no era extorsionista y que trabajaba en ese puesto vendiendo frutas y verduras desde hace años.
“Le dijeron al teniente que ellos me conocen muy bien, que ellos llegaban por ahí en el punto y desde hace 4 años me ven ahí con mi carreta, yo me rebusco ahí y también hago domicilios. Ellos abogaron por mí porque me iban a llevar para la URI, estaban esperando que pusieran la denuncia mi hermano y mi cuñada, pero nunca la hicieron porque era mentira“.
Según Altamar, aunque sabe que ese espacio es público, en él ha encontrado un lugar para rebuscarse por mucho tiempo, lo que ahora le sirve para complementar sus ingresos como domiciliario.
“Yo soy domiciliario de Rappi, esto me afecta porque cualquier cliente me puede mirar y decir ‘Ay, ese es el extorsionista’. Le digo a todo el que me haya visto que soy domiciliario. Ese punto lo estaba laborando mi esposa, pero ella acaba de dar a luz”.
Lidis Polo de Altamar, madre de ambos jóvenes, también le habló a este medio sobre el incidente y aseguró que su hijo no es extorsionista.
“Gracias a Dios le he dado un buen ejemplo a mis hijos, y mis hermanos y su papá nunca estuvieron en cosas delictivas, tengo fe en el Señor que mi hijo es una persona honesta y capaz de salir adelante. Le diría a ella que me presente pruebas de que le está entregando la extorsión porque ella no es la persona indicada de venir a dañar la imagen de mi hijo”, expresó la mujer.

Polo le advirtió a su nuera que se tomarán acciones legales en su contra si sigue diciendo que su hijo es un extorsionista.
“Me parte el alma que su hermano consienta que su mujer esté tildando al hijo mío de extorsionista. Ellos se pusieron de acuerdo de que le iban a pagar 5.000 pesos diarios para cederle el puesto, pero como ella no quiere que él pague lo tildó de extorsionista. Me dolió en el pecho que mi hijo fue tirado al suelo para que lo capturaran así como si fuera un delincuente“, manifestó.

Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle





