El bautizado en el mundo del fútbol como El Príncipe enarboló su único título en Colombia con la casaca del Tiburón, al que le dio una enorme mano futbolística para ayudarlo a salir avante en aquella época difícil en la que luchaba por no descender.
Por: Iván Peña Ropaín.
Dicen por ahí que “cuando alguien ama de verdad nunca olvida lo que amó”. Tal premisa se tatúa en uno de los considerados ídolos en la historia del Junior de Barranquilla, Giovanni Andrés Hernández Soto, que aunque pasen los años siempre manifestará su enorme afecto que tiene por el conjunto ‘quillero’.
El apodado El Príncipe, quien ya está en sus 48 años y quien hoy cumple el oficio de entrenador, en medio de una entrevista recordó su arribo al cuadro ‘currambero’, colocándose la casaca entre las temporadas 2008 y 2012, procedente del Colo-Colo de Chile.

Gio, como también se le conoce, habló sobre su regreso al fútbol colombiano después de desvincularse del conjunto ‘colocolino’ y decidiendo jugar en el Tiburón, que en ese momento se encontraba peleando por no descender y al que no quería venir ningún jugador por la crítica situación por la que atravesaba la institución barranquillera.
El talentoso 10, quien fue pieza clave para que el Rojiblanco evitara caer en la segunda división, entre lo que señaló dijo que jugar con este equipo fue algo magnífico e inolvidable: “Fueron maravillosos porque fueron dos títulos, perdiendo uno contra Once Caldas, salvamos el descenso, alcancé a jugar más de 200 partidos e hice 52 goles”.
Rematando con una buena respuesta quien concluyó su carrera como jugador en 2014 vistiendo los colores del desaparecido Uniautónoma FC de Barranquilla: “Hasta el sol de hoy voy a Barranquilla y soy un barranquillero más”.




