El entrenador Alfredo Arias ha reconocido los constantes fallos en esa área de su equipo, pero es la hora y los trabajos no consiguen la fortificación de la zaga defensiva.
Por: Iván Peña Ropaín.
En una de las zonas que ha mostrado muchas fluctuaciones Junior de Barranquilla, y preocupantes, es en su zaga defensiva y en la que ni los backcentrales consolidados: Jermein Peña y Javier Báez, los que han gozado de mayores titulares y minutos en cancha, logran convencer aún en lo que va de este segundo semestre.
Los laterales tampoco es que ofrezcan a la hora de defender una gran seguridad en esta línea neurálgica para un equipo de fútbol, en la que fallar es una prenda de garantía para que el rival quede mano a mano con el arquero y el pórtico.
Lo anterior también fue sinónimo de lo que expuso en su reciente juego ante Unión Magdalena, el que perdió 3-1 el conjunto barranquillero y en el que el mayor antagonista en esa área fue Jermein Peña, quien tuvo injerencia en dos de los tantos que recibió su escuadra. En una de las dianas percibidas se notó parsimonioso en la cobertura y en la otra se dejó ganar en velocidad, fuerza y viveza de la figura de la noche, Ricardo “el Caballo” Márquez. Ello mismo se notó en la derrota 2-0 en su penúltimo cotejo frente al Atlético en Cali, pero este por Copa Colombia, así como en la mayoría de partidos pasados.
Ese panorama malo todavía no lo logra cambiar Alfredo Arias, quien lo ha reconocido en ruedas de prensas anteriores. Ya es hora de que se empiece a solidificar ese aspecto, puesto que el compromiso que sostendrá el Rojiblanco este viernes en el Metropolitano de Barranquilla, a partir de las 7:30 p. m., contra La Equidad de Bogotá por la fecha 11 de la Liga Betplay-II, nos recuerda que el campeonato ya superó la mitad de su tramo en el “todos contra todos”.
