La calentura venía del juego dado la semana pasada en la capital, donde jugadores soledeños fueron víctimas de xenofobia y robo.
Por: Iván Peña Ropaín.
No paran las voces de rechazo por la fuerte gresca registrada la tarde de ayer domingo en el estadio de fútbol Moderno de Barranquilla, donde se cumplía un juego entre los equipos sub-17 de Boca Juniors de Soledad y Maracaneiros de Bogotá, correspondiente a la vuelta de la cuarta ronda del Torneo Nacional de dicha categoría.
De acuerdo a versiones de testigos, todo empezó cuando desde la tribuna del escenario supuestos seguidores del cuadro de Soledad empezaron a gritar insultos e improperios en contra del plantel bogotano, calentándose el ambiente dentro de la cancha y terminando todo con la fuerte reyerta observada entre jugadores de ambos equipos juveniles y captada por varias cámaras de celular.
Tras los hechos hostiles sucedidos, los cuales lograron calmarse después de varios minutos cuando más uniformados de la Policía Nacional acudieron al lugar y se vieron en la imperiosa necesidad de lanzar algunos gases para dispersar a quienes alteraban el orden público al interior del estadio, los del club visitante salieron a denunciar por redes sociales, además de mostrar las heridas físicas que sufrieron varios de ellos, que fueron víctimas de robo de 13 maletines que contenían documentos, ropa, dinero en efectivo y celulares.
Cesar Barrera, técnico de ese conjunto bogotano, también advirtió que hasta los viáticos para regresar a la capital este lunes les fueron hurtados, denunciando que la situación casi que no podía controlarse, pues el encuentro deportivo solo contaba con dos miembros de la Policía.
Igualmente, el entrenador solicitó a la División Aficionada del Fútbol Colombiano (Difútbol) adelantar una investigación por lo sucedido para que ponga en marcha las sanciones pertinentes.
No obstante, hay quienes manifestaron que la caldeada temperatura desatada en este compromiso provenía desde el juego de ida en Bogotá, el domingo anterior, cuando varios integrantes del cuadro soledeño fueron las víctimas de robo y agresiones físicas y verbales de corte regional por parte del público cachaco que acudió a ese cotejo, sin recibir respaldo alguno de las autoridades policiales que se encontraban en el escenario donde se dio dicho cruce de ida.
Hasta el momento, las directivas del club Boca Juniors de Soledad no se han pronunciado sobre el tema para dar sus descargos, así como tampoco la Difútbol para dar a conocer qué viene tras este hecho registrado en el que un campo de fútbol se convirtió en un campo de violencia.