“El que la debe, la debe pagar”, dijo entre el dolor y la resignación la madre del hombre asesinado, el cual estuvo en prisión por homicidio.
Dagoberto Polanía Díaz, de 41 años de edad, llevaba quince días de haber regresado a Barranquilla, Atlántico, cuando fue ultimado a las afueras de su lugar de residencia en el barrio Rebolo por sujetos que llegaron armados a bordo de una motocicleta.
“Hace como quince días se vino para acá, él me dijo que las Águilas Negras lo habían sacado del pueblo, en Bolívar, no me dijo más nada. Cuentan testigos que él estaba en la casa cuando de pronto se presentaron dos manes en una moto, le dieron ahí mismo en la puerta”, contó Rosa Pérez, madre del hoy occiso en entrevista con Alexander Ojito, reportero urbano de Impacto News.
Cuando el reportero le preguntó si pide justicia a las autoridades por el crimen de su hijo, la mujer le respondió: “El que la debe, la debe pagar, pero la verdad es que si yo tuviera un arma, yo misma me le meto a esa gente allá, pero no la tengo”.
Lo anterior, porque entre el dolor y la resignación, la mujer sabe que es posible que a su hijo, quien estuvo preso por homicidio, lo hayan asesinado o mandado a ultimar, personas con las que tuviera “cuentas pendientes”.
“Mi hijo estaba enfermo de los riñones y se ahogaba, mi hija y yo lo ayudábamos en el pueblo, no le pasaba la comida, cuando nos vinimos para acá yo le saqué carné y fotocopia de la cédula. Él se enfermó en la cárcel porque dormía en el suelo como perro, estuvo preso cinco años por homicidio, el crimen ocurrió aquí en Barranquilla, pero lo pasaron de El Bosque para Montería, desde donde un guardián me llamó y me dijo que me hiciera presente porque mi hijo estaba en UCI, fui dos veces”, contó.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
