Este marcador adverso en el clásico costeño pone a caminar al Tiburón por la cuerda floja, que ahora podría caer a la segunda casilla si Medellín derrota a Nacional.
Por: Iván Peña Ropaín.
Junior de Barranquilla volvió a ratificar lo que se ha venido diciendo: “está en decadencia futbolística, y su defensa, sigue siendo un tiro al aire, nada que mejora”. Lo anterior, puesto que la noche del sábado 6 de septiembre, en el estadio Sierra Nevada de Santa Marta, cayó 3-1 por la fecha 10 de la Liga Betplay-II ante un Unión Magdalena que jugó como si fuera el último partido de su vida o el de la final por no descender a la B. Mientras, la escuadra de Alfredo Arias tuvo un fútbol nublado, insípido y sin gracia.
Las acciones en ese escenario que contó en sus gradas con la presencia de solo adeptos al Azulgrana, porque a última hora se prohibió el acceso de la hincha del Rojiblanco después de que se había dado vía libre para ello, empezaron marcando un juego muy ofensivo por el local y algo no tan cristalino por parte de la visita.

Pese a que el elenco samario fue el que más propuso desde el arranque en ofensiva, tempranamente el conjunto barranquillero fue el que rompió el celofán, al minuto 7, a través de un testarazo de José Enamorado, quien cazó una esférica que había dado previamente en el palo tras un remate de Jesús Rivas.
Después de ese rápido tanto, el Ciclón subió más sus líneas y siguió insistiendo con las embestidas en terreno del émulo para tratar de empatarlo prontamente, llegándole la igualdad al 25′, por intermedio de Fabián Cantillo. Este aprovechó la pasividad defensiva del ‘currambero’ para marcar a Ricardo “el Caballo” Márquez, quien de espalda al pórtico la cedió a Cantillo y este provocó el remate de afuera del área con aroma a gol.
Y mientras el compromiso se desarrollaba con ires y venires entre los de Barranquilla y Santa Marta, otro error defensivo, el karma que carga Junior de Barranquilla desde tiempo atrás, le concedió al Unión Magdalena el que le remontó el marcador con un 2-1, con el que terminó arriba en esa primera parte. En esta diana, corriéndose por el 38′, un ingenuo Jermein Peña se dejó ganar el espacio y en el “pique” del Caballo, colocándosela este último seguidamente a Cristián Iguarán para que la metiera sin estorbo alguno del golero Mauro Silveira.
El DT Alfredo Arias formó en esa primera parte con: Silveira en el arco; Yeison Suárez, Javier Báez, Peña y Jhomier Guerrero en defensa; Carlos Esparragoza y Guillermo Celis en contención; Enamorado, Rivas y Yimmi Chará en medio-ofensivo; y Steven “Tití” Rodríguez adelante.

¡Qué Junior pobre y erratico!
La segunda parte fue una conjugación de desastres por parte del Junior de Barranquilla, comenzando porque no se jugó a nada, no se produjo inquietud en el arco defendido por el argentino Joaquín Mattalia, de quien hay que decir que la única de riesgo que vio la contuvo fenomenalmente.
Esa fue otra de las acciones de caos vistas por el Rojiblanco, cuando Tití marró un cobro de penal que pudo darle a su club la paridad, empero Mattalia se arrojó abajo hacia su palo derecho y se la sacó.
Al juego fofo expuesto por la divisa ‘quillera’ se le aunó una cándida expulsión del arquero Silveira, quien al minuto 75, salió a hacer una cobertura cerca de su medialuna, pero esta la hizo a destiempo y terminó “tacleando” al atacante contrario.
Entró por ende Jefferson Martínez y sacaron a Tití, y la bienvenida al meta suplente fue un tremendo golazo de tiro libre del Caballo al ángulo derecho, y a celebrar los samarios el 3-1, incipiente la anotación sepulcral tras la tonta infracción cometida por Silveira segundos atrás.

Se esfumaron los 90 reglamentarios y los 11 que repusieron en un estadio vibrando por la alegría de los hinchas del Ciclón, quienes fueron a apoyar a su equipo en este cotejo por la fecha 10 del Torneo Clausura, no importando esta noche que estén casi condenados a descender a final de año, pues ellos querían ganarle al de Quilla, su clásico costeño.
Hay que decir que pese a que Arias ingresó a Teófilo Gutiérrez y a Bryan Castrillón, el equipo siguió luciendo como una “bella durmiente” en el terreno de juego del Sierra Nevada de Santa Marta, o más bien como una “fea durmiente”. Ese tanto del Caballo, que siempre que enfrenta al Tiburón parece que fuese un jugador profesional de talla internacional, liquidó a la visita.
Con la derrota sufrida, Junior de Barranquilla se queda con los 20 puntos que contabiliza y con el margen de caer en el cierre de esta décima jornada al segundo lugar de la tabla, siempre y cuando en el clásico paisa Medellín se imponga a Nacional. Entre tanto, Unión Magdalena pasó parcialmente del puesto 15 al 11 con ahora 11 unidades y quedando a dos del octavo.




