Una experiencia de fe para el mundo: declarado Patrimonio Inmaterial de la Nación, como reconocimiento por la trayectoria cultural del municipio atlanticense.
Por: María José Cuentas Gómez
La celebración de la Semana Mayor en el municipio de Sabanalarga, Atlántico, se ha venido materializando desde hace más de 260 años, donde se vive una semana completa de fervor y devoción cristiana y que con el pasar de los años ha ido aumentando ese valor cultural y de tradición gracias a la Asociación de Semana Santa de Sabanalarga, encargados de hacer que cada uno de los eventos litúrgicos contengan una experiencia entre lo sagrado y lo paradisíaco.
Es por lo anterior que el Proyecto de Ley número 406 de 2021 Cámara – 111 Senado, declaró Patrimonio Nacional Inmaterial la Semana Santa en el Municipio de Sabanalarga, en el departamento del Atlántico, logrando con esto exaltar todo el trabajo sembrado desde los inicios de esta tradición, en donde las voces de las mujeres servidoras en la eternidad queda reconocido por sembrar un precedente cultural.
Entre ellas puedo mencionar a Josefa Salazar, Olivia Gómez, Ana Matilde, Neila Carbonell, entre otras mujeres influyentes, cuyos nombres se encuentran exhibidos en la plaza principal de la población por exaltar nuestra tradición.
Bien dijo una vez José Agustín: “No podemos olvidar el espectáculo de la multitud de caballeros, de damas ya mayores, de personas de toda condición acompañando al señor en esa noche. Los sentidos se afinaban con el olor del incienso mezclado con el de la cera derretida y de la esperma. Mujeres encopetadas o pobremente vestidas portando pequeños braseros de cerámica en que los granos de incienso ardían y elevaban las volutas de su humo como ofrendas de fe”.
Sin duda alguna, son muchas las formas en las que el señor se muestra a su pueblo, la historia de la samaritana del Evangelio es toda una catequesis que nos invita a la conversión, pero el imaginario popular ha tomado unos elementos de esta historia y los ha resignificado para su vivencia.
En Sabanalarga, por ejemplo, la samaritana es una “manda” que se fundamenta en la actividad de repartir agua al sediento penitente que está en la procesión y que en el calor y efervescencia de los cirios encendidos y del paso marchante, le da sed. Ella como ofrecimiento a Dios da de beber un poco a quien lo pide, pues es como si se le estuviese dando al mismo Jesús al cual le fue negada.
La Semana Mayor en Sabanalarga se vive con 12 procesiones en las que le abrimos las puertas de nuestro municipio a los visitantes, para que hagan parte y puedan vivir una experiencia llena de fe.