Entrando en su recta final la Liga-II, el Tiburón recibirá al América por la fecha 15, esperándose la designación del día y hora.
Por: Iván Peña Ropaín.
Un Junior de Barranquilla jugando igual a la temperatura fría que se sentía en el estadio Metropolitano de Techo, en Bogotá, la noche del sábado cayó con un gol tempranero 1-0 ante La Equidad en su juego por la fecha 14 de la Liga Betplay-II, bajando de esta manera en la tabla de posiciones y apareciendo ahora en la casilla 12 con 16 puntos, siendo superado por el rival de turno, que sumó 17 unidades.
Es de anotar, no le han sumado todavía los tres puntos que ganó en la pugna con Atlético Nacional por la violencia entre ‘barristas’ en el Atanasio Girardot de Medellín, por lo que el de la Arenosa está con chances de caer más abajo dependiendo cómo se desarrolle esta jornada.
¡Gol tempranero mató al Tiburón!
César Farías puso en cancha a Jefferson Martínez en el arco; Jhon Navia, Yeferson Moreno, Emanuel “Turro” Olivera y Nicolás Zalazar en defensa; Didier Moreno y Jhon Vélez en contención; Yimmy Chará, Bryan Castrillón y Léider Berrío en medio-ofensivo; y Steven “Tití” Rodríguez como delantero.
El pitazo inicial del valluno Carlos Betancur se vio armonizado, a los 2 minutos de arrancar el cotejo, por un sutil penal cometido por el lateral derecho del Tiburón, Moreno.
Tocó con su pie el tobillo de Beckham Castro, quien ingresaba en diagonal al área tras ganarle la posición a su infractor e ir con destino al marco norte. Lo ejecutó el arquero uruguayo Washington Ortega, duro y a su palo derecho, arrojándose al otro el meta ‘tiburón’, y a gritarse gol al minuto 3 por parte de los cachacos.
Tras la diana del ‘asegurador’, la visita se adueñó de la esférica, aunque sin mucha profundidad, comenzando a tejer ofensiva para llegar a las opciones de paridad. Y la primogénita la construyó al minuto 16, concebida en un pase largo de Didier a Yeferson, metiendo este último un “centro de la muerte” al primer palo por donde ingresaba veloz Tití, quien se estiró y la alcanzó a puntear, pero el meta Ortega interpuso su cuerpo para enviar la bola al córner.
Cabalgando el reloj de Betancur, el Rojiblanco continuó dominando este compromiso que abrió la jornada décimo cuarta y produciendo dos más, aunque estas resumidas en simples sustos y falta de dirección que ilusionaron con gol, empero todo sensaciones positivas ahogadas.
La primera parte finalizó con dos salvadas del conjunto costeño, en una de esas el arquero Martínez arrojándose al piso para evitar el disparo de tiro libre fuerte, rasante y esquinado del barranquillero Elan Ricardo.
¡Mucho correr, pero de eficacia nada!
Ni los que estuvieron desde la partida y salieron para los últimos 45 minutos ni los que ingresaron en ese segundo período lograron, al menos, llegar al empate, mostrando más bien los jugadores ese fútbol frío que se citó en el titular de esta crónica.
Las más claras, sinceramente, las tuvo el club bogotano, siendo la fidedigna un cabezazo en todo el centro de las 5 con 50, y con un Martínez a quemarropa, del atacante Fabián Chaverra, pero por suerte se “devoró” el que era el segundo y el de la tranquilidad para el verde bogotano.
En ese trasegar metió a Carlos Bacca, José Enamorado, Luis “Cariaco” González, Yani Quintero y Marco Pérez por Tití, Castrillón, Berrío, Vélez y Chará, empero eso y nada fueron lo mismo, porque no engendraron una verdadera con corte de diana.
Más a los empujones que con coherencia futbolística en la embestida, Junior de Barranquilla intentaba llegar a ese uno a uno por el que al final terminó jugando, cuando el objetivo era la victoria para no empezar a enredarse en el tema de la clasificación a los cuadrangulares semifinales, situación en la que ahora se sumergió.
En el suspiro del compromiso, el cuadro adiestrado por César Farías subió todas sus líneas para ir al todo o nada por esa paridad, creando todo un alboroto por una jugada en la que los jugadores junioristas pedían el VAR por un posible penal, pero decretando Betancur previo fuera de lugar de Bacca.
Goleador70 estaba habilitado cuando recibió el pase de Cariaco en el laboratorio de tiro libre ejecutado cerca al rectángulo, pero hay que ser honestos en algo, esa jugada no incidió o determinó en nada para la derrota, la cual estaba ceñida por la mediocridad futbolística de los jugadores del Tiburón al no poder ganarle a un equipo que estaba por debajo de él en la tabla antes del juego.