El 3 de junio de 1962, el jugador barranquillero le anotó al mejor portero de la historia, ‘la Araña Negra’.
Por: Iván Peña Ropaín.
Desde que inició el 2022, los amantes del fútbol están “modo mundial”, no solo porque han transcurrido los últimos tramos de las distintas Eliminatorias rumbo a Catar, sino porque este año se dará cumplimiento a la vigésimo segunda edición de la cita orbital, por lo que generalmente, previo al inicio de cada certamen de este tipo, se recapitulan diversos datos anecdóticos del mismo.
Por ello, se hace imperioso rememorar la marca registrada e inigualable hasta nuestros tiempos que hace 60 años, un 3 de junio de 1962, consiguió un barranquillero al convertirse, hasta el sol de hoy, en el único jugador de fútbol en todo el globo terráqueo en anotar un gol olímpico en un Mundial de Fútbol.
Él es Marco Tulio Coll Tesillo, quien un domingo de dicha fecha y tras un cobro de tiro de esquina bien ejecutado a media altura, anotó el segundo gol para la Selección Colombia, que estaba siendo derrotada 4-1 por la entonces Unión Soviética en el juego correspondiente a la fecha dos del Grupo A de la Copa Mundo Chile 1962.
Este compromiso finalizó cuatro a cuatro, representando este el único punto conseguido por la Tricolor, cuyo DT era el argentino Adolfo Pedernera y que culminó en ese campeonato de cuarta detrás de Uruguay, que fue tercera, y de los dos seleccionados clasificados a los octavos de final, Yugoslavia, en el segundo lugar, y los soviéticos, siendo los primeros.
Cursaba el minuto 68 de juego en ese Mundial del 62, el primero en su historia del combinado patrio. Coll, quien falleció casualmente para estas fechas, un 5 de junio de 2017 a sus 81 años, desde uno de los tiros de esquina del estadio Carlos Dittborn, en la ciudad de Arica, empalmó la pecosa sin mucha fuerza, a media altura y con un chanfle que sorprendió a los jugadores rivales, inclusive, al considerado mejor arquero de la historia en este deporte, Lev Yashin, conocido mundialmente como ‘la Araña Negra‘.
La pelota se fue cerrando y dio un bote a un metro del primer palo del arco defendido por la Unión Soviética, cuando todos esperaban que el mediocampista ‘currambero’ efectuara un centro elevado al área.
Tras el tanto olímpico, este barranquillero, quien tatuó para la biografía de los mundiales un gol que nadie ha podido lograr hasta ahora, corrió hacia el centro del campo para abrazarse con sus compañeros.
EL conjunto cafetero se vio motivado por el 4-2 parcial que le otorgaba quien además era su capitán, logrando empatar las acciones con las dianas conseguidas por el también atlanticense Antonio Rada, al 72’, y por el vallecaucano Marino Klinger, al 86.
Marco Coll debutó en la profesional del fútbol con la casaca del Sporting de Barranquilla en 1952, pasando de ahí a ponerse la de ocho clubes más entre Colombia, Argentina y México, terminando su carrera en Junior de Barranquilla en 1971. Solo conquistó un título, el obtenido con Independiente Medellín en 1955.
