Recordemos que en el cuadrangular final que se disputó en esa época, el Rojiblanco amargó a los del DIM, quienes ya se creían campeones y tenían tremendo festejo en el Atanasio Girardot.
Por: Iván Peña Ropaín.
Como por estos días se está respirando en Curramba la Bella un ambiente de “Junior, campeón”, por qué no recordar que un día como hoy 19 de diciembre, pero del año 1993, el Tiburón costeño enarboló su tercera estrella en el fútbol profesional colombiano.
Ese festejo fue el primero que se dio en el estadio Metropolitano de Barranquilla y degustado al derrotar, en un duro partido, hay que reconocerlo, al América de Cali con marcador de 3-2. El cotejo iba marchando 2-2 y contaba sus minutos finales, pero el ‘quillero’ Oswaldo “Nene” Mackenzie facturó la diana que concedió el título.
Esa jugada nació tras un tiro de esquina cobrado por el rojo de los caleños y desatándose segundos después una contra del Rojiblanco, la cual se dirimió en una gran jugada en combinación entre el atlanticense Víctor Pacheco y el samario Carlos “el Pibe” Valderrama, siendo este último quien filtró un pase quirúrgico para que el Nene driblara y dejara en el piso al arquero Óscar Córdoba y la clavara al fondo de la red.
Entre las escenas más bellas divisadas esa noche en el Metro, también se relata la alegría barranquillera al observarse las caras largas y aburridas de los hinchas, jugadores, cuerpo técnico y directivas del Independiente Medellín, equipo que en el Atanasio Girardot había vencido por su parte a Nacional en su último juego de ese cuadrangular final y por lo que ya se creían campeones; y es que en Quilla al duelo entre ‘tiburones’ y ‘escarlatas’, le quedaba poquito tiempo para acabarse.
Empero, ese hermoso tanto concretado en el suspiro por el Nene amargó y puso a llorar a los del DIM, cuyos jugadores en la celebración fugaz que tuvieron quedaron con los collares de arepas colgados en sus cuellos.




