La Pulga, muy cordialmente, cedió a la solicitud del fanático, la cual hizo en medio de sus labores de limpieza de baño.
Por: Iván Peña Ropaín.
Cristian Salamanca, uno de esos tantos jóvenes colombianos que emigra de su país para buscar un futuro mejor, reside y trabaja, bueno, trabajaba, en Miami, Estados Unidos, tierra norteamericana pero con gran presencia latina que por estos días anda revolucionada por la llegada de uno de los grandes de la historia del fútbol mundial: el argentino Lionel Messi, quien fichara semanas atrás con el equipo de esa ciudad situada en La Florida: Inter Miami.
Su vida transcurría entre lo normal en el año y medio que lleva en ese país, pero eso sí, con una mayor solvencia económica gracias a los oficios varios que realizaba y por los que le pagan mucho mejor que en su natal Colombia, razón primordial por la que terminó yéndose y radicándose allá.
Era parte del grupo de limpieza del estadio DRV PNK, casa del nuevo club de La Pulga, jugador del cual es fans “a morir” pero por quien terminó perdiendo su empleo, ojo, sin tener ninguna responsabilidad directa el crack argentino.
Según la historia que contó este colombiano a varios medios de La Florida sobre su desvinculación laboral, dada en el último partido que tuvo Lio con su nueva casaca frente al Orlando City por la fase de eliminatoria directa de la Leagues Cup 2023, el domingo pasado: “Me tocó limpiar los baños del sector donde estacionan los buses. Estaba ahí afuera afortunadamente, cuando llegó el ‘micro’ y bajaron todos los jugadores. El último fue Messi. Bastó con gritarle: ‘¡ey, campeón del mundo!’, que se volteó a mirar. Me levanté la camisa del uniforme y tenía abajo la remera de la Selección Argentina y un marcador. Él me regaló su autógrafo. Enseguida vino la seguridad, me sacaron y me echaron de mi trabajo, pero valió la pena cada segundo”.
Contó también el ahora desempleado Cristián Salamanca, mostrando jocosidad por lo sucedido y con fe de que pronto tendrá un mejor oficio, que le ha tocado llamar por celular a su esposa, quien trabaja adentro del estadio, para que ella le recupere sus pertenencias, ya que no le permiten el acceso para que vaya por ellas.
Reconoció que una de las indicaciones de los contratantes de enunciado estadio dadas a los empleados, previamente al arribo de Messi, fue que todo trabajador, sea tercerizado o del propio club, si desea continuar con su empleo debe apelar a un comportamiento profesional y no puede molestar al 10 argentino con fotos o autógrafos, situación a la que muy amablemente no se niega el argentino.