Una de las fanaticadas que más fuerte se ha sentido en los estadios de Catar, tal como comúnmente ocurre, ha sido la argentina.
Por: Iván Peña Ropaín.
De que la hinchada Argentina es de las más pasionales, sino la más entusiasta, a eso millones de futboleros en todo el mundo, sin ser de ese país, no le ponen ni un ápice dubitativo, aunque algunos pocos, poquísimos, no lo consideren así, señalando que otras fanaticadas se hacen sentir con mayor poder desde las graderías de un estadio, o en una plaza de alguna ciudad, o en un centro comercial cuando ven jugar a su Selección.
Con la primera percepción, de que los “gauchos” son los hinchas más fervorosos, se compagina el exjugador y actual técnico de la recién eliminada Selección España, Luis Enrique, quien luego del traspiés sufrido ante Marruecos en los octavos de final, habló del equipo que le gustaría que avanzara más en el Mundial de Catar.

“Aprovecho para decir, ahora que estamos fuera, a ver si Argentina llega al lugar que se merece”, refiriéndose, seguidamente, sobre lo que muchos consideran en este bello deporte como el jugador número 12, la hinchada: “Tiene la afición más pasional que se conozca en el mundo”.
En medio de la conferencia de prensa post-partido que sostuvo contra los marroquíes, el entrenador ibérico, dejando en las nubes el manto de duda de si sus declaraciones fueron alguna especie de indirecta para sus seguidores, agregó sobre la Albiceleste y su hinchada:
“¿Sabes qué es lo más bonito de ser entrenador, seleccionador o jugador? La capacidad que tienes de hacer muy feliz a muchas personas que ni conoces. Yo muchas veces veo a la Selección Argentina y a la afición argentina, y llega un momento que veo a los jugadores de Argentina que pienso: ‘Uf, que presión Dios mío de mi vida’. Como no salga como quieren… y yo creo que eso más que ayudar, perjudica”, reflexionó el que, a pesar del fracaso en Catar, por ahora continúa siendo técnico de La Roja.
