La menor y una amiga estaban en una canoa que permanecía amarrada a la orilla, pero un adolescente la soltó e hizo que esta se alejara hacia las profundidades del cuerpo de agua.
La vida de Dana Paola Silva Morales, de 13 años, se escabulló entre las turbias aguas de la ciénaga Juan Criollo, en el corregimiento de Bermejal, jurisdicción del municipio de San Zenón, en el sur del Magdalena.
Medios del Magdalena informaron que la menor había salido del colegio junto con una de sus amigas y en el trayecto decidieron descansar un poco y sentarse en una canoa que estaba amarrada a la orilla. Sin embargo, en ese instante, lo que parecía una broma de mal gusto ejecutada por otro adolescente, terminó en tragedia.
El adolescente habría desatado la soga que mantenía en tierra firme a la embarcación artesanal y esta comenzó a alejarse hacia lo profundo de las aguas de la ciénaga. En medio de la angustia, las niñas se lanzaron al agua para regresar nadando, sin embargo, solo la amiga de Dana pudo lograrlo, pues ella pereció entre sus improductivas brazadas.
Tal vez fue el cansancio debido a la lejanía o quizás no sabía nadar muy bien. Lo cierto es que Dana Paola se fue a las profundidades y, aunque pudo ser rescatada minutos después, ya su cuerpo no contaba con signos vitales cuando la llevaron a tierra.
Hoy, la familia de la menor se aferra a su trágica partida, al dolor de no volver a verla y al lamento de lo que terminó en tragedia por una aparente broma pesada. La comunidad de Bermejal, ese pequeño corregimiento de pescadores, acompaña a la familia en su dolor y tristeza.
Informe: Luis Ángel Terán




