A raíz del deslizamiento de tierra reportado en el municipio chocoano de Carmen de Atrato, el reporte de las autoridades indica que hay, por ahora, 23 muertos y más de 20 heridos.
Por: Iván Peña Ropaín.
“Toda la ayuda disponible al Chocó en esta horrible tragedia”: trinó el presidente Gustavo Petro ante el fatídico hecho propiciado por un alud de tierra, hacia las 5:00 de la tarde del viernes 12 de enero, y que deja un total de 23 personas muertas y cerca de 25 más heridas en el sector conocido como Las Toldas, en el municipio de Carmen de Atrato, en la vía nacional que conecta a la capital chocoana, Quibdó, con la ciudad de Medellín.
El mandatario colombiano conminó a que se de un mayor apoyo tanto humano como de maquinaria pesada para agilizar las maniobras de remoción de escombro y lodo, con el fin de tratar de verificar si hay más cuerpos sin vida sepultados, así como personas atrapadas que aún continúen luchando por sus vidas.
Recordemos que en horas de la madrugada de hoy, a los distintos medios nacionales que acudieron al lugar de la tragedia, Jaime Arturo Herrera, alcalde de esa municipalidad chocona, informó que el deslizamiento de tierra se produjo por las fuertes lluvias que caen en la región, al tiempo que comunicó que se reportan, por ahora, 23 personas fallecidas y 25 más heridas, siendo trasladado este último número a diversos municipios de Antioquia.
El mandatario chocoano había relatado que el fenómeno natural se dio, “lastimosamente”, instantes en que se movilizaban varios vehículos por el punto donde se registró la afección, imágenes que fueron captadas por personas que, en medio del trancón suscitado por el flujo vehicular lento a raíz de la lluvia, grababan con su celular, siendo los primeros golpeados por el alud de tierra varios conductores, arrastrando segundos después a 50 personas que se resguardaban del agua en una vivienda de la zona, la que quedó totalmente sepultada por toneladas de lodo.
Durante horas de la noche de ayer, de acuerdo al reporte de los organismos de socorro como Cuerpo de Bomberos y Defensa Civil, hubo muchísimas dificultades para adelantar las maniobras de rescate por varios otros derrumbes que se presentaron paulatinamente.
De igual forma, las labores de búsqueda de sobrevivientes o cuerpos sin vida se vieron entorpecidas por un grupo de indígenas que, en un primer momento, no les permitían el acceso a la zona del derrumbe, pidiendo dinero para permitirles el tránsito normal hacia el sector de la emergencia.
