En el partido entre San Diego Wave y North Carolina Courage, Morgan vivió su último encuentro profesional, un evento cargado de simbolismo y nostalgia.
Por: Juliana Benavides.
Este domingo 8 de septiembre, el estadio Snapdragon se llenó de emociones mientras Alex Morgan, una de las figuras más emblemáticas del fútbol femenino, se despidió de las canchas.
A los 35 años y después de una carrera estelar, Morgan anunció su retiro del fútbol profesional, justo cuando está esperando su segundo hijo. En un gesto conmovedor, fue titular en el once de San Diego Wave y fue sustituida en el minuto 13, el mismo número que la acompañó a lo largo de su carrera. Este número, que se convirtió en un símbolo de sus logros y momentos clave, marcó el final de su trayectoria en el campo.
La despedida de Morgan fue un momento de profunda emoción. Mientras era reemplazada, el estadio se llenó de aplausos y pancartas de agradecimiento. Las lágrimas de la jugadora reflejaron la magnitud del momento, mientras sus compañeras y rivales se acercaban para darle un merecido homenaje. Aunque la portera de North Carolina Courage, Casey Murphy, detuvo un penalti que Morgan pudo haber convertido en su último gol, el respeto y el cariño del público fueron innegables.
A lo largo de su carrera, Alex Morgan dejó una huella imborrable en el fútbol femenino. Bicampeona del mundo, campeona olímpica y ganadora del triplete europeo, Morgan fue una inspiración en su lucha por la igualdad y su extraordinaria habilidad en el campo. Con 123 goles y 53 asistencias en 224 partidos con la Selección de Estados Unidos, y múltiples presencias en premios de prestigio como el Balón de Oro femenino y los Premios The Best de la FIFA, su legado es indiscutible.
Ahora, Morgan se enfocará en su segundo embarazo, pero su influencia y sus contribuciones al fútbol femenino seguirán siendo recordadas y celebradas. La partida de una leyenda como Alex Morgan marca el cierre de una era dorada en el deporte, dejando una marca indeleble en la historia del fútbol femenino.