John Pachón Ortiz y otro individuo, quien resultó herido, habrían llegado desde Barranquilla hasta el mencionado sector de Santa Marta para atracar.
En la tarde del pasado sábado 23 de septiembre, en la calle 11 con carrera 4 del sector El Rodadero, en medio de la reacción de un funcionario de la Policía, un señalado delincuente resultó herido y otro fue abatido, momentos después de que, según testigos, los sujetos que se movilizaban en una motocicleta atracaran a un ciudadano y lo despojaran de sus pertenencias.
“Al percatarse de lo sucedido, un funcionario policial quien reaccionó ante el inminente riesgo y amenaza desenfundó su arma de defensa personal e impactó a los sospechosos, acto en el cual uno perdió la vida y el otro quedó lesionado en el lugar de los hechos”, informó la Policía Metropolitana de Santa Marta.
El hombre abatido fue identificado como John Jairo Pachón Ortiz y el lesionado como Yerson Eduardo Macchy Garizao, de 18 años, quien se movilizaba como parrillero de la moto y fue trasladado a un centro asistencial. La muerte de Pachón ha sido lamentada por muchos familiares y amigos, sin desconocer las actividades delictivas a las que habría elegido dedicarse.
El caso fue puesto en conocimiento de la Fiscalía General de la Nación, que inició un proceso investigativo para esclarecer estos hechos, la Policía también está aportando información y aseguró estar dispuesta a colaborar a los entes de control sobre la información que requieran. Al parecer, los implicados habrían viajado desde Barranquilla para cometer el delito.
“Mi tío John tenía seis hijos, él era una buena persona a pesar de lo que hacía, él no se dedicaba a robar porque quería, sino porque no lo aceptaban por su historial en donde ya había estado en prisión. No vine a justificar sus acciones, mi familia y yo sabemos que hacía mal, pero deténganse a pensar, seis hijos era lo que tenía que mantener, eligió el mal camino, él también era humano”, expresó un sobrino de Pachón Ortiz.
Otro allegado de John Jairo Pachón lamentó en redes sociales que, pese a sus advertencias, su ser querido no tomó la decisión de cambiar de vida: “Hermanito, muchas veces te dije que ya”.