La tragedia registrada el pasado sábado en una casa campo cobró la vida de la niña y de una joven dama de honor. También, dejó decenas de heridos.
El cuerpo de Saray Michel Varela Manga, la menor de 12 años que perdió la vida en medio del derrumbe de una estructura la noche del sábado 1 de junio, en la Casa Hotel Riascos, en Valledupar, fue trasladado a la funeraria Universal de Barranquilla, donde reposó desde las 8:00 a. m. del pasado lunes 3 de junio.
La pequeña era natural de Malambo, aunque, al parecer, ya no residía en dicho municipio, donde aún vive su progenitor. El sepelio de la niña fue programado para las 9:00 a. m. de este martes 4 de junio en el Cementerio Universal de la capital del Atlántico, en medio de un dolor incurable que aflige a sus familiares, amigos y conocidos.
Cabe recordar que la menor, quien cursaba octavo grado y había viajado a la capital del Cesar para asistir al matrimonio cristiano con su familia, alcanzó a correr cuando comenzó el desplome de la estructura; sin embargo, le cayó una placa de concreto y debido a las múltiples heridas no alcanzó a salir con vida del lugar.
Según allegados, la niña ya tenía tres días en Valledupar. Cuando sucedió el derrumbe su madre iba camino a la ceremonia y al entrar al lugar se enteró de la tragedia que, además, cobró la vida de una joven dama de honor y dejó más de 30 heridos.
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“Te despedimos recordando tu hermosa sonrisa que iluminaba nuestras vidas como el sol, siempre vivirás en nuestros corazones”, expresaron parientes de Saray, al recordar a la niña que ya tenía tres días en Valledupar y estaba contenta por acompañar a su prima en su boda.
La Iglesia Bautista Central también lamentó la muerte de Saray y envió un mensaje de fortaleza a su familia.
Las autoridades adelantan investigaciones para determinar las causas exactas del desplome. Carlos Martínez, encargado de la filmación de la celebración narró a colegas del diario El Pilón, cómo sucedieron los hechos:
“No hay explicación. La estructura comenzó a sacudirse a los lados, parecía un temblor. Era tanta la brisa que la decoración que estaba afuera salió volando, las sillas, las motos que estaban parqueadas se fueron al suelo, por la intensidad del viento. En ese momento, la placa se comenzó a agrietar y a caer el polvillo del concreto y ladrillo, y la gente comenzó a correr. Los vidrios de los costados comenzaron a estallar e inmediatamente todo se vino abajo”.
Ebed Calderón, la joven que acababa de contraer matrimonio y se disponía a celebrarlo con sus seres queridos cuando sucedió el hecho lamentable, también contó en entrevista con Vanessa de la Torre: “No entiendo en qué momento sucedió todo, estoy bien físicamente, pero afectada emocionalmente, todo nos asusta, los ruidos, estamos muy afectados, es muy difícil. Yo no entiendo por qué Dios permitió que eso sucediera, pero sigo creyendo que él nos guardó la vida porque ese panorama era de todos muertos, sé que Dios está con los heridos en las clínicas y solo le ruego que los saque con bien, adelante”.
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