La apuesta del Grupo Argos para este 2025 es sembrar 40.000 plántulas de manglar en un área de 10 hectáreas.
La Fundación Grupo Argos ha venido adelantando diferentes actividades de voluntariado simultáneo en todo el país en temas concretos como infraestructura educativa, viveros escolares, limpieza de quebradas, acompañamiento en la formación de niños y reforestación para la conservación de los ecosistemas.
En ese marco, el pasado viernes 16 de mayo, el voluntariado de la fundación estuvo en el Polígono de la Barra, en la Ciénaga de Mallorquín (Barranquilla), sembrando 600 plántulas de manglar.

Algunos objetivos de esta actividad son: incentivar el crecimiento del manglar, aportar a la conservación y recuperación del ecosistema, contrarrestar los efectos del cambio climático, mejorar los procesos de pesca en la zona, generar área de amortiguación costera y capturar carbono azul.
Andrés Contreras, coordinador de educación ambiental y de restauración de ecosistemas marinos y costeros de la Fundación Grupo Argos, fue uno de los líderes de la actividad y manifestó que es de vital importancia la restauración y reforestación de este ecosistema de mangles.
“Este sistema ecológico es maravilloso, cada vez que venimos encontramos cosas nuevas. El tema de la restauración del ecosistema es importante, necesitamos unir fuerzas para proteger toda esta barrera natural de manglar. Desde Grupo Argos y su fundación tenemos una apuesta muy importante para la conservación de este tipo de ecosistemas de manglares marinos y costeros, porque son barreras naturales que nos protegen y estrategias de adaptación al cambio climático“, resaltó.

Además, precisó que para este 2025 la fundación tiene proyectado sembrar unas 10 hectáreas de mangles, transformadas en 40.000 plántulas aproximadamente, que complementadas con las sembradas en años anteriores, estaría sobrepasando las 80.000.
Por su parte, el técnico ambiental Arquímedes Barraza señaló que el tema de la reforestación en el territorio “es de vital importancia”, pues la Ciénaga de Mallorquín es un ecosistema donde la fauna prolifera sin inconvenientes y es necesario conservarla para bienestar de la naturaleza.
Destacó que en esta primera jornada se sembraron 600 plántulas de manglar con el apoyo de Conecta Voluntarios del Grupo Argos.
“El seguimiento y proceso de siembra en el territorio comienza con el trazado en el área mediante la utilización de una cuerda, para que cuando los árboles crezcan lo hagan en una misma línea. La distancia entre un árbol y otro es de un metro o metro y medio máximo, para que sus raíces se junten sólidamente al crecer y formen esa barrera natural que se requiere”, explicó.

Según datos proporcionados por el Grupo Argos, una de las principales características de los manglares es que almacenan 10 veces más carbono que los bosques terrestres. Esta propiedad tiene un impacto positivo en la calidad de las personas que residen cerca a estos ecosistemas, actuando como una barrera natural en el eventual origen de un fenómeno natural.

Algo que enfatizó Andrés Contreras antes de finalizar la actividad de siembra fue que la Fundación Grupo Argos tiene una apuesta muy importante para la conservación de ecosistemas de manglares marinos y costeros, teniendo en cuenta que son barreras naturales que protegen y estrategias de adaptación al cambio climático.

“Esto lo venimos trabajando mancomunadamente con las comunidades en procesos colaborativos y es muy importante porque se integra el factor principal que son las poblaciones aledañas a la Ciénaga de Mallorquín”, puntualizó.
