Además de otras buenas intervenciones que tuvo durante los 96 minutos que se jugaron y los 30 del tiempo extra, el portero suizo le tapó dichas cuatro opciones de gol al atacante Lamine Yamal.
Por: Iván Peña Ropaín.
Sí, le hicieron seis goles entre los duelos de ida y vuelta en esta semifinal de Champions League 2024-2025, uno de ellos haciéndose un autogol, pero lo realizado por el portero suizo Yann Sommer para su Inter de Milán de Italia frente al Barcelona de España es un 50% del paso a la gran final.
El golero de 36 años intervino en cuatro ‘atajadotas’ que, sin lugar a duda, le dieron vida a un Rossonero que por un momento vio su séptimo acceso a una final de la Orejona truncado cuando el compromiso bordeaba los 90 minutos finales, marcándose en ese momento un 3-2 a favor del Azulgrana.
Todo su gran trabajo comenzó corriendo el reloj arbitral por el tiempo 79, pintando el tablero del estadio Giuseppe Meazza un dos a dos. El español del Barça, Lamine Yamal, aproximándose a la medialuna, le dio un fuerte zurdazo a la pelota, la cual tomaba dirección al ángulo diestro del pórtico ‘interista’ y hasta allá se estiró Sommer, desviando el escabroso tiro al banderín.

Aunque luego recibió el tercero y su equipo empató después, el meta suizo volvió a decir “presente” en el penúltimo minuto de los seis que repusieron. En esta acción, nuevamente le ahogó el grito de gol a Yamal, con el que quedó de frente y pudiendo contener con sus guantes el fornido fogonazo que le propinó el émulo.
Ya adentrados en el tiempo extra, al 9′, una vez más Yamal se quedó con las ganas de anotar, cuando en una embestida cerca de las 16 con 50 del elenco italiano desenfundó un disparo cruzado hacia el palo derecho del arquero del Inter de Milán, pero a este último se le volvió a ver elástico y cambió con la yema de sus dedos la trayectoria de la “caprichosa”.

Y la última salvadora de Yann Sommer obedeció a una que habría significado la sentencia de un cuatro a cuatro, porque ya se despedía el cotejo, lo que habría propiciado los penales. Yamal volvió a quedarse con el grito contenido en su garganta, a dos de que finalizaran los 30 del período extra, cuando se adentró al área y, en medio de dos rivales que lo marcaban, pateó de manera dificultosa, pero robusta, y sin embargo el cancerbero del Azul y Negro cruzó sus puños para alejar el peligro.
Sin dudas, este arquero es uno de los máximos responsables para que los italianos seguidores del Inter de Milán estén a punto de festejar una nueva Liga de Campeones, siendo la última enarbolada en la edición 2009-2010, derrotando en esa ocasión en la final al Bayern Múnich de Alemania.