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Solo faltaban cuatro meses para que prescribiera condena de Jaime Saade Cormane

De haber dilatado aún más su proceso en Brasil, el homicida de Nancy Mestre se habría salido con la suya.

La lucha que librara Martín Mestre, padre de Nancy Mestre, estuvo a punto de fracasar tras casi 30 años de cometido el crimen de la joven, pues según las normas vigentes en el derecho penal, de haber pasado cuatro meses más sin que Brasil aceptara extraditar a Colombia a Jaime Saade Cormane, la condena habría prescrito y la impunidad habría imperado.

Así lo indicó el abogado especialista en criminología, Miguel Mercado, quien explicó que de acuerdo con las normas colombianas vigentes, cumplida la fecha de la condena más un día, si el condenado estuviere ausente, el caso prescribe.

Por otro lado, pese al paso de los años la orden de captura contra Jaime Saade no ha prescrito por estar cobijada con los mandatos de la Ley 600 de 2000, y aún se está a tiempo de que pague dicha condena, la cual no tiene beneficio alguno, salvo algunas consideraciones como la edad o el diagnóstico de alguna enfermedad o estado de salud que debería determinar Medicina Legal.

Pero al cumplirse la mitad de la condena podría apelarse al beneficio de detención en domicilio. Sin embargo al tener un vínculo de obstrucción a la justicia podría complicar que se le diera ese beneficio, explica el abogado.

De acuerdo con Mercado, al llegar la Ley 906 de 2004 se le da un stock de control de verificación al nuevo sistema de implementación en Colombia, y se establece que las órdenes de captura se venzan anualmente, y que pueden ser renovadas por el ente fiscal en sentido estricto. Pero, como ya se ha explicado, no es el caso de Saade.

Se recordará que tras cometerse la violacion y homicidio de la joven, quien soñaba con estudiar en Estados Unidos y convertirse en una diplomática, Saade desapareció y no se supo más nada de él mientras se seguía el proceso por el crimen de Nancy Mestre, quien murió de un disparo en la cabeza.

Saade fue condenado a 27 años de prisión, mientras estaba ausente, en 1996, es decir que para el día de hoy ya estuviera a punto de completar la pena, que sería el plazo para la prescripción si este no hubiese sido ubicado.

Ahora, por la actitud de Saade de haber asumido un caso de rebeldía al evadir su responsabilidad y el mandato de la ley, deberá pagar su condena de 27 años, desde el momento en que sea notificado por la autoridad competente, según explica el abogado Mercado.

“El que persevera alcanza, es un refrán que está bien hecho”, dijo el abogado penalista al referirse a la perseverancia de Martín Mestre, padre de Nancy., quien desde el mismo día en que asesinaron a su hija, libró una batalla para dar con el paradero de Saade y lograr que pague por su crimen.

Ante la posibilidad de que hubiera otras personas involucradas en el crimen y Jaime Saade quisiera prender el ventilador en contra de ellas, para no ser el único en pagar pena, el abogado aseguró que ya eso es cosa juzgada, que el proceso como tal se agotó, que como solo Saade fue condenado y no se ha cumplido el plazo para la prescripción y aún la orden de captura está vigente, solo a él le correspondería pagar por el delito.

Nancy Mestre tenía 18 años de edad, había culminado sus estudios de bachillerato en el Colegio Marymount, de Barranquilla y había presentado y aprobado el examen de inglés para estudiar en Estados Unidos, que era su sueño.

El día del incidente, madrugada del 1o. de enero de 1994, el padre le había dado permiso para salir con su novio, quien era mucho mayor que ella, y de quien el padre conocía poco. Nancy recibió un disparo en la sien izquierda, y al padre le dijeron que había intentado suicidarse, lo que fue desvirtuado por las autoridades, pues la muchacha era diestra, además presentaba hematomas en diferentes partes del cuerpo, restos de pólvora en sus manos y rastros de piel en sus uñas, lo que infiere que ella trató de defenderse de la agresión a la que fue sometida. Nancy falleció el 9 de enero.

El padre de la joven, Martín, se convirtió en el principal investigador en el caso de su hija, hasta el punto e tomar estudios de inteligencia, demandar, abrir perfiles falsos en redes sociales para localizar al sospechoso, hasta que finalmente lo logró.

Se descubrió que el hombre vivía en la ciudad de Belo Horizonte, Brasil, con la identidad falsa de Henrique Do Santos, casado y con dos hijos mayores. Para dar con su paradero fue necesario un seguimiento al sospechoso a quien se le tomaron las huellas digitales dejadas en un vaso y al cotejarlas coincidieron con las de Saade quien fue apresado en Brasil por falsedad de identidad y documentos.

Luego siguió la batalla de Martín Mestre ante las autoridades de Colombia y Brasil para lograr la extradición del sospechoso, la cual finalmente tuvo resultado este martes 18 de abril cuando desde el vecino país se dio a conocer que ya existe una orden de extraditarlo a Colombia.

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