Nuevas críticas y respaldo a la propuesta del Gobierno de incluir saberes ancestrales al modelo preventivo propuesto por el Gobierno Petro.
Un nuevo capítulo en el novelón en que se ha constituido la discusión del proyecto de Reforma a la Salud, corre por cuenta de la propuesta de reconocer e incluir saberes ancestrales como yerbateros, sobanderos y parteras en el modelo preventivo que propone Gustavo Petro en su iniciativa.
La nueva polémica surgió a raíz de conocerse la repuesta que diera la ministra Carolina Corcho a un derecho de petición impetrado por el senador liberal Alejandro Carlos Chacón, justamente sobre los perfiles de los profesionales que serían tenidos en cuenta en dicha etapa preventiva.
“Sírvase informar respecto de los profesionales en Salud ¿Se han diseñado los perfiles necesarios que la salud del futuro exige o tan solo se busca “estatizar” las plantas existentes cambiando su coste?”
La respuesta de la ministra encendió las redes, especialmente de congresistas de la oposición, personajes de la política y de la Salud en general.
“El modelo preventivo podrá vincular parteros, médicos tradicionales (payés, taitas, mamos, tewalas, piachis, jaibanás, entre otros), yerbateros, pulseadores, guaraleros, taakwatungua, sobanderos, sagas, curanderos, mayores y abuelos”, respondió Corcho.
Sin embargo, la ministra recalca, en su respuesta, que el perfil de estos personajes de la medicina alternativa deberán cumplir con unos requisitos como por ejemplo ser “reconocidos y avalados por las formas organizativas y colectivos del área de influencia donde se van a desarrollar las actividades”. También deben aportar títulos y certificaciones que avalen los servicios que prestarían.
Entre los cuestionamientos suscitados a la propuesta del Gobierno está el hecho el que muchos de estos individuos no tendrán manera de certificar sus conocimientos y saberes, además de que es bien sabido que la medicina científica no avala algunos procedimientos en el tratamiento de enfermedades.
Una de las voces que no se hizo esperar fue la de la senadora opositora María Fernanda Cabal, quiene se preguntó, en un trino, entre otras cosas, que cómo un sobandero iba a reemplazar a un ortopedista en la atención a un paciente con fracturas. Y consideró la propuesta era de “manicomio”.

“Apague y vámonos”, escribió en su red social el también opositor Miguel Polo Polo, quien insinuó que en adelante los colombianos se curarán con “bebedizos, y maranguango”.

Por su parte, la senadora Piedad Cordada, afín al Gobierno, se fue contra alguno medios de comunicación asegurando que la forma cómo se dio a conocer la información de la ministra fue despectiva contra las personas que practican eso saberes ancestrales.

Pero la polémica de este nuevo capítulo del novelón incluyó a un nuevo personaje: Verónica Alcocer, esposa del presidente Petro quien hizo presencia en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes y, según algunos sectores de la prensa nacional, estaría haciendo de mediadora ante los congresistas para salvar el proyecto.
El programa radial Mañanas Blu le dedicó un capítulo completo a la presencia de la señora Alcocer en el recinto, y se cuestionó sobre la posibilidad de que ella hubiera sido comisionada para lograr lo que hasta ahora no habían podido los ministros Carolina Corcho y Alfonso Prada, entre otros.
Para algunos miembros del panel esta intervención de la esposa de Petro no tiene precedentes en la historia reciente de la vida política del país, y si llegado el caso la primera dama tuviera complicaciones por su intervención, a que entidad le correspondería abrirle proceso, pues sobre ella no recae la posibilidad de un control político, aunque como ciudadana del común puede ingresar a la sede del congreso y hablar con quien desee o necesite.
Se desconoce si el personaje de Alcocer tendrá trascendencia en esta trama o si solo fue una actuación fugaz de un solo capítulo.