Pese a las súplicas de quien estaba laborando como jardinero y de que en el centro médico les exigían la orden judicial para poder ingresar al sitio, los funcionaron “no comieron de nada”.
Por: Iván Peña Ropaín.
La mano implacable y sin misericordia con la que operan los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en los Estados Unidos no tiene que ver con nada a la hora de detener a un emigrante, observándose día a día casos que generan indignación pública.
Las nuevas imágenes, repudiadas por muchos internautas, pero aplaudidas también por otro montón, las protagonizaron los enmascarados del ICE contra el hondureño Dennis Guillén, de 30 años, a quien muy sigilosamente esperaron a que terminara una jornada de jardinería para caerle encima y capturarlo.
El hecho se produjo en un centro quirúrgico en la ciudad de Ontario, en el estado de California, hasta donde la mañana del martes anterior corrió a esconderse desesperado y con “el credo en la boca” este latinoamericano. No obstante, creyendo él que estaba a salvo en el interior del sitio, los cerca de cuatro agentes irrumpieron sin ninguna orden judicial y procedieron a detenerlo.
Al interceptarlo, poco les importó a los funcionarios, quienes tenían sus rostros cubiertos, las súplicas del ciudadano hondureño, a quien luego procedieron a echarle mano, pero de forma violenta, tal como lo vienen haciendo en las redadas en las que retienen a indocumentados.
Tampoco prestaron atención los del ICE al personal del centro médico, quienes les exigían la respectiva orden que avalara la invasión a la propiedad privada, y ante los “oídos sordos” de los agentes, empezaron a documentar con sus celulares lo que fue para muchos internautas un indignante y denigrante momento, aunque hubo otros más que en las rede sociales se mostraron complacidos señalando que “así es que debe aplicarse la ley”.
Al final, a Dennis Guillén lo sacaron bruscamente del lugar y lo embarcaron en la camioneta con rumbo desconocido, denunciando su familia que es la hora y no saben de su paradero, solo enterándose de lo sucedido cuando se comunicó con ellos tras el incidente dado en Ontario.