En ese corregimiento atlanticense se reportan cerca de 120 viviendas con total pérdida de su infraestructura, además de que gran parte del cableado del servicio de energía se halla aún en el piso.
Por: Iván Peña Ropaín.
El agresivo vendaval que sorprendió a Barranquilla y a varios municipios del departamento del Atlántico y que dejó serios estragos a su paso, la noche del lunes 16 de septiembre, tiene en medio de una enorme “calamidad pública” a una población en especial: Guaimaral, en Tubará.
Los habitantes de ese punto rural se encuentran todavía sin solución alguna y lanzando un SOS, como causal de los daños materiales que han sufrido varias de sus viviendas y de la falta del fluido eléctrico por el cableado que fue tirado al piso por las fuertes brisas.
De acuerdo con versiones dadas por el inspector de ese corregimiento, Arnulfo Sanjuan, cerca de 120 casas se hallan seriamente afectadas, y si bien la Gobernación del Atlántico anunció la pronta realización de censos en el departamento para conocer el número total de las familias damnificadas y de las afectaciones materiales, indican desde enunciada zona rural que se hace urgente una pronta intervención gubernamental.
Recordemos que los otros municipios golpeados por el fenómeno natural que se dio esa terrorífica noche del lunes fueron Galapa, Baranoa, Palmar de Varela, Malambo, Sabanagrande, Polonuevo y Ponedera, además de 11 barrios de Barranquilla que fueron los que más sintieron con vehemencia los nervudos vientos y el torrencial aguacero.