El estratega venezolano no pudo meter al Junior de Barranquilla en la final, así como tampoco lo puso a jugar bonito, aunque el pauperismo de los jugadores también influyó para ello.
Por: Iván Peña Ropaín.
Con la misma frialdad que jugaba en cancha el equipo que dirige: Junior de Barranquilla, el DT César Farías respondió en la rueda de prensa post-juego ante América de Cali, el cual perdió 1-0, sobre si ya era inevitable su salida del club.
Esas palabras del entrenador ante los medios en la sala de prensa del estadio Metropolitano de Barranquilla fueron:
“Si me toca irme, uno está acostumbrado a eso, no va a ser el último club que dirija y el último club del que me toque irme. Si me tengo que ir, me voy a dar la mano y un abrazo con don Fuad (Char) y toda su familia. Si me tengo que quedar trabajando y cumplir mi contrato lo voy a hacer, porque tengo la energía y la madurez para hacerlo, pero caerles encima a los jugadores creo que no es lo más correcto porque son el recurso humano de una institución y eso es lo que hay que rescatar. Hay que tratar de poderlo reforzar, de poder darle las mejores condiciones y que vuelvan a poder meter una gran primera vuelta, pero que lleguen con mucha madurez a los cuadrangulares”.
Igualmente, Farías reconoció su mayor responsabilidad, precisando también que una causal fue que no pudieron sacar lo mejor de ellos y no fueron efectivos cuando debieron serlo:
“Con mucho criterio tengo que aceptar la responsabilidad y reconocer que en esta etapa no pudimos sacar lo mejor de nosotros en cuanto a efectividad. En otros aspectos del juego jugamos y producimos, pero no la metimos, y después cometimos cinco errores de seis goles. Hoy es la primera vez que nos elaboran un gol, los otros cinco nos los metimos nosotros y en un cuadrangular es muy difícil así. Después hablamos de tres errores arbitrales y estamos hablando de, por lo menos, cinco puntos y eso nos mantenía vivos y para manejar los partidos de otra manera y no llegar con tanta presión de voltear un resultado”.