Con frialdad, Diego López Restrepo le quitó la vida a su progenitora en Risaralda, llamó a un amigo y le pidió que entrara a ver la escena.
La Fiscalía General de la Nación logró una condena a 20 años de prisión para un hombre que aceptó su responsabilidad en el delito de homicidio agravado. Diego Fernando López Restrepo, el hoy sentenciado admitió, de manera libre y voluntaria, haber asesinado a su madre, Blanca Amanda Restrepo Mena, el 1 de febrero de 2024, en Santuario, Risaralda.
El ente investigador evidenció que el día de los hechos el implicado discutió con su mamá en la casa donde ella residía, en el barrio Popular en Santuario.
“Allí, el ahora condenado, de 28 años de edad, discutió con la víctima de 67 años, a quien hirió en múltiples oportunidades con un arma cortopunzante. La gravedad de las lesiones provocó la muerte de la mujer”, indicó la Fiscalía.

Condenado por el parricidio
Llamó a un amigo
Luego de acabar con la vida de su madre, Diego Fernando llamó a un amigo y le pidió que llegara a su casa; cuando el hombre arribó, siendo las 7:18 p. m., abrió la reja del inmueble y se percató de los rastros de sangre, por lo que comenzó a golpear la puerta con fuerza, parecía una escalofriante película de terror, pero iba más allá, lo que estaba por descubrir era cruelmente real.
Al percatarse de la presencia de su amigo, Diego, manchado de sangre, le pidió que estuviera calmado y le solicitó que ingresara, su amigo le preguntó qué había ocurrido y él le advirtió que lo que iba a ver era fuerte.
El amigo, quien grabó en secreto su conversación con el homicida, vio a Amanda ensangrentada en el piso de la cocina y, aunque intentó auxiliarla, el mismo hijo de la mujer le dijo con frialdad que ya estaba muerta.
Por estos hechos, el parricida fue capturado el 2 de febrero de 2024 e imputado por homicidio agravado.
López confesó que fue él quien asesinó a su progenitora, pero nunca reveló por qué. Desde entonces, el asesino permanece privado de la libertad en centro carcelario y en las últimas horas se conoció su condena.
Diego, agresivo y depresivo, estaba siendo medicado. Llevaba cuatro años en tratamiento cuando cometió el crimen atroz.
Para muchos, son pocos años de prisión los que deberá pagar, así lo han expresado los ciudadanos a través de las redes sociales:
“Qué condena tan triste cuando deberían de encerrarlo de por vida, le quitó la vida a su propia madre y de la forma en que lo hizo, qué tristeza de leyes en este país “, “Qué infame y qué condena tan miserable cuando debería ser cadena perpetua por cometer el crimen más grande del mundo que fue matar a quien le dió la vida. Qué leyes tan malas y tan mediocres las de este país”.