En esta oportunidad, la iniciativa llegó al municipio de Santo Tomás, en donde se realizaron distintas actividades y se entregó una silla de ruedas.
Lo que empezó como una actividad más de servicio, hoy se ha convertido en una ruta que cada fin de semana llega a distintos municipios del Atlántico, llevando alimentos, alegría y apoyo a quienes más lo necesitan.
En esta ocasión, la actividad llegó a Santo Tomás, donde además de compartir un almuerzo y espacios recreativos, se hizo entrega de una silla de ruedas a la señora Elizabeth, mejorando así su movilidad y calidad de vida.
Cada jornada deja huellas de gratitud y esperanza. Ver la sonrisa de los niños disfrutando un plato de comida, un dulce o un juego, y la emoción de quienes reciben apoyo en medio de sus dificultades, es la mayor recompensa para todo el equipo que hace parte de esta iniciativa.
La invitación está abierta para quienes deseen sumarse a la Ruta Social, aportando alimentos, dulces u obsequios para los niños. Cada granito de arena cuenta para seguir llegando a más rincones del departamento.
