El lanzador de 17 años se dio a conocer en una presentación de prospectos del béisbol en Panamá.
Es usual escuchar el nombre de Sean Paul Liñán en canciones emblemáticas como El Culumpio del cantante de champeta Sergio Liñán, más conocido como El Afinaito. Hoy el cartagenero crea su propio camino desde el béisbol, un deporte que lo ha acompañado desde muy niño.
Gracias a que su padre, que lo llevó al estadio de béisbol Club de Leones, Liñán Jiménez vio como niños de su edad le dedicaban tiempo al juego de la pelota caliente. Fue en ese momento en que decidió que quería ser como ellos.

La suerte del “hijo lindo del Afinaito” cambió cuando en medio de un una presentación de prospectos en Panamá, directivos de los Dodgers de Los Ángeles vieron la habilidad y la destreza de esta promesa del beisbol. En ese momento decidieron que él tenía que unirse a las inferiores para empezar a cultivar un camino hacia las grandes ligas.

Hoy Sean Paul agradece a Dios por lo que ha logrado hasta el momento y por todo el esfuerzo que su madre Sandra Jiménez tuvo que afrontar, luego del deceso de su padre. Jiménez tuvo que asumir el rol de padre y madre y olvidarse de aquellas promesas que le hicieron amigos y colegas de su esposo y asumir el sacrificio de sostener a sus dos hijos.
El sueño de aquel niño de 6 años que jugaba en la escuela Nelson Blanco se está haciendo realidad. Aquellos años en los Bravos de Colombia y todo el trabajo que hasta el momento logró con su agente, Frank Terracina, han valido la pena.
