El ‘currambero’ ahora se concentrará en su decisivo juego ante Millonarios por Liga, este domingo, a las 5:00 p. m.
Por: Iván Peña Ropaín.
¡Objetivo cumplido! Sí, entre lo planeado por Junior de Barranquilla antes de arrancar la Copa Libertadores 2024 estaba clasificarse a octavos de final, y lo logró y siendo primero en su Grupo D por encima de Botafogo de Brasil, Liga de Quito de Ecuador y Universitario de Perú.
Accedió a siguiente ronda sumando 10 puntos, necesitando una simple paridad en su último juego por esta fase, lo que logró al quedar, la noche del martes 28 de mayo, cero a cero con el conjunto de Brasil, que fue el otro con tiquete seguro. Ese resultado bastó y sobró.
Una nómina semi-titular en la que aparecieron tres novedades, dispuso en cancha el DT Arturo Reyes para este choque:
En el arco Santiago Mele; en defensa Gabriel Fuentes, Edwin Herrera, Emanuel ‘Turro’ Olivera y Howell Mena; en zona de contención Homer Martínez, Víctor Cantillo y Didier Moreno; en generación medio-ofensivo José Enamorado y Deiber Caicedo; y adelante Carlos Bacca.
Las acciones en el Coloso de la Ciudadela inciaron como se esperaban, un cuadro brasileño con la propuesta para ir por el gane que le representara el encaramarse en el primer puesto en su cuadrangular, mientras se veía a un equipo colombiano con sus líneas atrás ante la no presión por ganar, pues el empate era rentable para quedarse con codiciado primer lugar.

Y fue el apodado La Estrella Solitaria el que empezó inquietando la cueva de Mele, pero sin mayor exigencia ni peligrosidad, viéndose hasta el primer cuarto tal imagen.
No tuvo en todo ese tramo el dueño de casa una clara, más bien notándosele el trabajar por la paridad, lo que sumergía este compromiso por la última jornada de la fase de grupos de la “gloria eterna” en sensaciones parcas y sin emociones.
La primera tensión de garbo para los junioristas fue cuando, marcando el reloj el minuto 20, Cantillo en una bola en salida se arrojó al suelo tras poner un pase y exponer serias muestras de dolor en el césped, lo que prende las alarmas ante el crucial duelo que tendrá el Rojiblanco por Liga frente a Millonarios, este domingo en Bogotá.
Se percibe que la cosa es de consideración, debido a los golpes que ‘espagueti’ Cantillo daba al piso y su llanto descontrolado, por lo que tuvo que ingresar de una Luis ‘Cariaco’ González.
Tras la salida del volante de marca, Reyes replanteó el esquema táctico de su equipo, figurando Moreno y Martínez como los dos recuperadores y dibujándose ahora tres volantes ofensivos con Enamorado, Caicedo y el venezolano.

Siguiendo en la actitud de la obligación, Botafogo generó las primeras con aroma a diana, al 25′ y 30′, tras remates cruzados y a ras de piso que pasaron cercar del palo izquierdo y derecho de Mele por parte de Diego Hernández y Tché-Tché.
Solo cuando el Fogao bajó su intensidad, pues entró a regular el desgaste que hizo en toda esa primera parte, tocando casi el reloj los 40′, fue que se animó a ir hacia delante el costeño. Por banda derecha Enamorado produjo dos centros al área grande de Roberto Fernández, pero bien interceptados por la defensa del antagonista.
La primera parte se evaporó no concibiendo más actitud de ataque el Tiburón, mientras el de Brasil mostraba un nuevo aire y se volvía a hacer a la posesión de le esférica en los cuatro minutos que dio de reposición el central venezolano Jesús Valenzuela.
El negocio del empate fue suficiente
Para la segunda parte, el estratega de la institución barranquillera salió con el mismo equipo, y aunque inició mostrando sus líneas arriba, a diferencia del primer periodo, principiando de una el querer tejer jugadas de ataque, Botafogo volvió imponerse en sus ganas de ir por el triunfo, teniendo en tan sólo dos minutos, tras un córner, el gol en un cabezazo de Junior Santos, quien le ganó a los defensores del de la Arenosa, pasando la bola cerca del horizontal del meta “charrúa”.
Urdiendo cómo moverse en el terreno de juego, el Rojiblanco aprovechó rápidamente los espacios que dejaba atrás el forastero, hilando una contra por banda derecha con, indiscutiblemente, la figura de la noche ‘quillera’, Enamorado. El 99, intentando entrar al área en diagonal, terminó engañando al defensa del émulo y se la sirvió en la medialuna a ‘Cariaco’, quien remató fuerte pero desviado.

Junior consiguió plasmar lo planeado y alejó al rival de su terreno, comenzando a crear dinámica en las 16 con 50 de Fernández.
En la nueva apuesta del dueño de casa, manejando la ‘caprichosa’, se halló con una roja que le quitó al adversario a un jugador vital en su acometida, reportándose la determinación arbitral al minuto 60.
El uruguayo Diego Hernández le entró con los taches arriba a Enamorado en una disputa de la pelota, dándole fuertemente al jugador atlanticense en su rodilla, por lo que tuvo que recibir atención médica urgente; por suerte no lo lesionó, lo que hubiese sido un golpe durísimo de cara al juego de este domingo ante el azul de los cachacos, el que hay que salir a ganar para ir a la final de la Liga Betplay-I.
A partir de la superioridad numérica, el de Barranquilla se posicionó con más confianza de la bola y fue esta vez el propositivo, teniendo al 68′, la más con corte de gol para él en todo lo que iba en este cotejo por la fecha 6 (última) en su Grupo D de Libertadores.

‘Cariaco’ se vistió de pase gol, filtrando entre líneas una bola a Caicedo, quien entraba fulgurante al rectángulo. El pequeñín recepcionó y definió sobre la marcha ante la salida del golero, rebotando la redonda en su cuerpo y tomando trayecto por fuera del arco hacia el segundo poste por donde ingresaba Bacca, quien corrió a ella y alzó su pierna derecha para darle dirección a red, empero no la alcanzó a tocar. ¡Uffffff, se escuchó en el Metro!
Dominando las acciones y encerrando atrás al brasileño, Reyes hizo modificaciones, al minuto 71: Vladimir Hernández y Steve ‘Tití’ Rodríguez por Caicedo y Bacca, correlativamente. Ya había que comenzar a cuidar jugadores para lo que se viene este domingo.
Minutos siguientes, puso en cancha a Roberto Hinojosa y Jhon Vélez por ‘Cariaco’ y Martínez, buscando oxigenar más el mediocampo y el ataque, no perdiéndose la dinámica ofensiva que ya habían plantado en campo rival, yéndose al final el partido con el cero a cero que se marcaba en las pantallas del Metropolitano y con los aplausos de los asistentes hacia su equipo Junior de Barranquilla en reconocimiento por el gran trabajo que viene realizando, el esfuerzo y la clasificación a los octavos de la Copa Libertadores.
Ahora, el Tiburón se centra en su juego por la última jornada en su Grupo A de las semifinales de su Liga local frente a Millonarios en Bogotá, desde las 5:00 p .m. de este domingo.
Por otro lado, el sorteo de la siguiente ronda de la “gloria eterna” se cumplirá el lunes 3 de junio. Las ‘llaves’ de mata-mata se desarrollarán en agosto.