La mujer, angustiada por el bienestar del animal, terminó accediendo a las pretensiones de los delincuentes.
¡Increíble, pero cierto! Nadie se salva de las extorsiones, así como le sucedió a Lily González, residente de una vivienda en el sur de Barranquilla, Atlántico, a quien en las últimas le “secuestraron a Monchy“, su loro.
La mujer de 60 años aseguró que se le olvidó guardar al loro, al que tiene como mascota hace quince años, y este se quedó en el patio de la casa; al día siguiente, el lunes 23 de enero, ya no estaba el animal. Asombrada por la ausencia del loro, Lily salió de su vivienda y fue interceptada por otra mujer quien le informó que ella sabía quiénes tenían al animal, pero que debía pagar $70.000 para volver a verlo.
González se acercó a un CAI para denunciar lo sucedido, pero no le dieron solución, por lo que ella terminó accediendo a las pretensiones de los delincuentes y les pagó el dinero exigido gracias a una colecta que realizaron sus vecinos.
El pago de la extorsión lo realizó en una esquina del barrio a un sujeto que para ella no resulta conocido. Una vez lo hizo, el individuo le entregó al animal, el cual al verla empezó a demostrar su alegría, con frases cariñosas y risas.
Si bien es claro que los loros hacen parte de las especies silvestres del territorio y su comercialización y tenencia son consideradas un delito, sorprende que los bandidos no pierdan oportunidad alguna para extorsionar a la ciudadanía.