Prada era el nombre de la perrita boston terrier que murió tras el ataque de una pitbull que se encontraba sin bozal.
Entre el dolor por la pérdida de su mascota, la preocupación por una deuda millonaria en la veterinaria y la indignación debido a la presunta falta de responsabilidad del tenedor de la mascota que agredió a la suya, se encuentra Ivy Corvacho.
El pasado 25 de octubre, siendo alrededor de las 5:00 p. m., la progenitora de Ivy paseaba a su perrita “Prada” por el barrio El Golf, cuando fueron sorprendidas por una pitbull que se encontraba sin bozal.

Ivy Corvacho narró: “Mi mamá salió a darle su paseo, como de costumbre. Al lado de la casa donde vive mi mamá queda el restaurante del señor, ahí estaba la perra del señor Elio, sin bozal y tras una reja a la que solamente la protegía una caneca de basura; mi mamá, al ver que la perra comenzó a ladrar, levantó a Prada, caminó y la bajó una casa después, siguieron caminando y en ese momento la perra se salió y las atacó por la espalda”.
El ataque habría durado alrededor de cinco minutos. “La pitbull a mi mamá no la mordió, la perra la arrastró y tuvo raspones superficiales. Mi mamá montó a Prada en una carretilla, fue a buscar a mi papá, ellos volvieron y llevaron a la perra a la veterinaria, inmediatamente le dieron manejo de urgencias, de heridas, tenía múltiples mordidas, una de ellas cerca del tórax, y esa era la que más le preocupaba al veterinario”, relató la mujer.
Inicialmente, Corvacho pensó que el tenedor de la otra mascota respondería por los gastos: “A las dos horas llegó a la veterinaria y dijo que él se iba a hacer cargos de todos los gastos, yo le dije a mi mamá que fuera a una inspección a dejar todo firmado, se hizo eso el 31 de octubre en la Inspección Décima de Policía, ambas partes firmaron, todo quedó registrado, pero hasta la fecha eso no ha sucedido. Empezaron a enviarle desde la veterinaria las facturas para que fuese realizando abonos, pero él nunca se presentó”.

Los costos por la hospitalización por más de 30 días, medicamentos, exámenes y procedimientos llegaron a los $10.217.350 y dado que, según lo indicado por Ivy, el hombre aún no se hace cargo, ella tuvo que hacer un acuerdo de pago.
Finalmente, la mujer le envió un mensaje al propietario de la otra mascota y a los tenedores de mascotas de raza de manejo especial: “Que sea consciente de que por su negligencia hoy no tengo a mi perra y lo justo es que se acerque a la veterinaria, dé la cara y responda así como lo dijo en la Inspección. Que se haga cargo. A las demás personas les digo que, por favor, cumplan la norma y mantengan a sus mascota con bozal, esta vez es mi perra la que no está conmigo, pero pudo ser mi mamá y mañana puede ser un niño“.