La Vitrina Inmobiliaria del Caribe se vivirá del 20 al 22 de junio en el Puerta de Oro, en Barranquilla.
Barranquilla continúa fortaleciendo su posición como una ciudad atractiva para vivir e invertir, gracias a su desarrollo urbano, calidad de vida y conectividad; no obstante, para mantener este ritmo de crecimiento, es fundamental seguir diversificando los instrumentos financieros disponibles, de forma que más hogares puedan acceder a soluciones habitacionales ajustadas a sus necesidades.
Del 20 al 22 de junio, el recinto ferial Puerta de Oro será́ nuevamente el epicentro de la inversión inmobiliaria del norte del país con la realización de VIMO 2025, la Feria Inmobiliaria del Caribe, que regresa a Barranquilla en su novena edición consolidándose como la plataforma referente del sector en el Caribe colombiano y motor clave para el desarrollo urbano, la generación de empleo y la dinamización de la economía regional.

Espacios como la Vitrina Inmobiliaria del Caribe se consolidan como plataformas clave para articular al sector financiero, los desarrolladores y los compradores, generando confianza y condiciones que impulsen el cierre de negocios y nuevas inversiones en la adquisición de vivienda.
Panorama de la adquisición de viviendas
Las señales de recuperación y dinamismo en la compra y venta de inmuebles en el departamento son claras. Entre enero y abril de 2025, se comercializaron 5.125 unidades habitacionales en todos los segmentos, lo que representa un crecimiento del 39,4 % frente al mismo periodo del año anterior.
Este repunte ha sido impulsado por un entorno económico favorable, con tasas hipotecarias más bajas, subsidios locales y esquemas de financiamiento más flexibles que han facilitado el acceso a la vivienda para miles de familias. En particular, el segmento No VIS —que agrupa las viviendas con precios superiores a los rangos de interés social— registró 1.410 ventas, un crecimiento del 63 % respecto al mismo periodo de 2024.

Todos los rangos de precios en este segmento han tenido un comportamiento positivo, de más de 213 millones en adelante, desempeño que reafirma el buen momento de las edificaciones residenciales diferentes a la vivienda de interés social (VIS) en lo que va del año.
Uno de los factores clave detrás de esta dinámica es el aumento en la capacidad de endeudamiento de los hogares, una de las medidas anunciadas dentro del Pacto por el Crédito, que permite pasar de un 30 % a un 40 % en la capacidad de financiación para vivienda No VIS. A esto se suman las bonificaciones y descuentos ofrecidos por constructoras, que han sido decisivos en el proceso de toma de decisiones de compra.

La expansión urbana también ha alcanzado nuevos municipios del departamento como Tubará y Puerto Colombia, donde los proyectos inmobiliarios reflejan una estrategia clara de adaptación al mercado de rentas cortas, aprovechando su cercanía a atractivos turísticos como el Muelle 188 y el faro de Puerto Colombia.
Estas zonas se consolidan como nuevos polos de desarrollo y alta rentabilidad para la inversión. El comportamiento del mercado continúa mostrando estabilidad, la rotación de inventario en el segmento No VIS se redujo a 21 meses, frente a los 35-45 meses registrados en 2023, reflejando una comercialización más ágil. El inventario terminado se mantiene en niveles saludables, con un 6 %, dentro de los estándares esperados para este segmento en el Atlántico.