El icónico sitio de gastronomía recibió esta máxima distinción en el marco de su cumpleaños número 25.
Una mezcla de tradición e innovación es el ingrediente principal de la cocina del Caribe. La misma fórmula reposa en el menú de Varadero, el sitio de gastronomía Caribe más icónico de Barranquilla.
Como si se tratara de la mismísima ciudad cubana, el restaurante evoca los colores, las texturas, los sabores y el guaguancó, todos los aires del país asentado en las Antillas del mar Caribe. Y es que han transcurrido 25 años desde que dos amigos visionarios decidieron destacar esa simpatía que existe entre el Caribe colombiano y Cuba, e inmortalizarla en una carta que ofreciera precisión, exquisitez y autenticidad.

Desde entonces, Varadero simboliza un referente en la ruta turística de Barranquilla. Ese fue uno de los argumentos que el Concejo de Barranquilla tuvo en cuenta para honrarlos con la medalla Barrancas de San Nicolás, la máxima condecoración que otorga esta corporación.
“Varadero llega a sus 25 años celebrando y exaltando el sabor, ocupando un lugar exquisito en el corazón de los barranquilleros, guardando una deliciosa herencia que tiene el poder de hacernos bailar el corazón”, expresó Mario Henao, socio fundador de Varadero.

Cada uno de sus espacios guarda y cuenta una historia, lo que permite vivir una experiencia desde que se abren sus puertas.
“En Varadero creamos para nuestros clientes experiencias fascinantes, que no solo invitan a la más impecable propuesta gastronómica, sino, también, a disfrutar de lo mejor de un club social. Por ejemplo Chocolate Whisky Bar, un speakeasy donde el whisky deja de ser una cuestión netamente técnica para convertirse en toda una experiencia”, agregó Julio Oñate, socio fundador de Varadero.
