Aquel depredador de redes de equipos rivales, que alegraba las previas de los partidos en el Metro, será restaurado por la Alcaldía de Barranquilla.
Por: Iván Peña Ropaín.
“Se va a restaurar el Tiburón e irá al museo mixto del Metropolitano”. Así lo anunció el alcalde de Barraquilla, Jaime Pumarejo, tras su reciente inspección en el Coloso de la Ciudadela con el fin de adelantar las respectivas obras de mejora, mantenimiento y adecuación con miras a las Eliminatorias Sudamericanas, que iniciarán en septiembre próximo y las que la Selección Colombia de Fútbol Absoluta volverá a jugar en su casa.
El mandatario Distrital, en su recorrido por el Metro, se topó en un olvidado rincón del sótano de la tribuna noroccidental todo esquelético, lleno de polvo y sin el salvajismo que emanada en sus tiempos de gloria, aquella antigua mascota que recuerdan como si fuera ayer longevos hinchas del Rojiblanco: el perpetuo ‘Tiburón Borrás’, letal carnívoro elaborado de papel, alambres y esponja que cobraba vida cuando el frenético hincha juniorista, Óscar Borrás, lo cargaba en sus hombros en la antigua pista atlética y en el gramado del estadio.

Una vez entraba a la cancha, el marrajo ‘currambero’ no tenía como show, ni bailar ni hacer las piruetas que hace la actual mascota del equipo de los barranquilleros, Willy. Su accionar se daba cuando los equipos se disponían a cumplir los actos protocolarios, minutos previos a escucharse el pitazo inicial.
La bestia marina, portando camiseta con rayas blancas y rojas y pantaloneta color azul, era navegada por Borrás recorriendo la cancha del equipo contrario. Luego, llegaba hasta las 16 con 50, y ante la expectativa de los junioristas en las graderías, embestía fulgurantemente la portería, adentrándose en esta y mordiendo la red, desatando ello el grito de “golllllllllllllllll” por parte de los cientos de asistentes en el estadio, menos los de la escuadra visitante que arribaban a la Arenosa a ver a su club enfrentar al Junior de Barranquilla.

Como lo rememoran algunos hinchas de Junior, de la misma manera como acecha este tipo de depredadores en la vida salvaje acuática, lo hacía el ‘Tiburón Borrás’ cuando jugadores de equipos como Nacional de Medellín, América de Cali y Millonarios de Bogotá, especialmente, pisaban el gramado del Metropolitano, lo que anhelan volver a ver algún día los pretéritos seguidores del consentido de Curramba la Bella y, por qué no, las nuevas generaciones Rojiblancas.

El Alcalde sostuvo que la idea será, primero, limpiarlo, luego restaurarlo en toda su forma y quede idéntico al primerizo para que pueda ser apreciado en el museo, grata noticia que también llegó a los oídos del dador de vida de este emblemático Tiburón: Óscar Borrás, quien a sus 74 años, su estado de salud no dista mucho del deterioro en el que fuera hallado su hijo por muchos años pero el que ahora gozará de la dicha de una remodelación.

A su lugar de residencia le llegó la buena nueva a Borrás, la que, sin duda, le llenó de mucha nostalgia y alegría, haciéndolo olvidar por unos minutos el parkinson, alzhéimer, diabetes y problemas de la presión que padece desde hace años, enfermedades que lo tienen en una silla de ruedas, así como le hizo borrar de su mente y corazón aquel día cuando el entonces comisario de campo del Metropolitano, el ahora reconocido humorista barranquillero, ‘Lucho’ Torres, le dijo en unas frías palabras: “Viejo Óscar, no tiene permiso para entrar al campo”.
Al escucharse el anunció de Pumarejo, ahora muchos hinchas fervientes del Junior aguardan con ansias porque aparezca lo más pronto en mencionado museo el ‘Tiburón Borrás’, ese que le abrió las puertas del estadio Metropolitano Roberto Meléndez a las figuras de los tiburones como mascota de Junior de Barranquilla.